martes, 26 de julio de 2011

Ganando la guerra espiritual.


GALATAS 5: 1 – 25
INTRODUCCIÓN: Hoy es el ultimo domingo del mes de marzo   y con la meditación de hoy terminamos la serie de estudios bajo el tema “importancia del crecimiento espiritual” Quise escoger este pasaje de Galatas, porque este pasaje nos explica en detalle lo que significa obtener una victoria duradera en la guerra espiritual.
Hoy, los que hemos aceptado a Jesucristo sabemos que ya no vivimos bajo los rigores de la ley, sino bajo el espíritu de la gracia, que nos liberta. Pero que significa esto para ti y para mí.
La afirmación de nuestra libertad en Cristo, nos muestra este pasaje, que no sólo tiene un aspecto “de”, sino un aspecto “para”, o sea no podemos solo decir “soy libre de” sin decir “soy libre para”. Pablo lo dice de esta forma: (5:13b) “No uséis la libertad como pretexto para la carnalidad”. Nunca es bíblico decir, “Puesto que Cristo me ha liberado de la ley, puedo vivir como me dé la gana” “Al fin la salvación no se pierde” o como dicen los gnósticos “el cuerpo es malo es carne de pecado, pero el espíritu es bueno es el único que debemos de cuidar, así que como Cristo ya ha rescatado tu alma, puedes hacer lo que quieras con tu cuerpo”. ¡No!
PROPOSICIÓN: Como creyentes tenemos que  afirmar que nuestra libertad hace posible que vivamos como no podíamos anteriormente. Vidas que glorifiquen y agraden al Señor.

O.I.: Pero ¿Qué es lo que tengo que hacer para realmente ser victorioso y vivir este tipo de vida?

O.T.: Galatas 5 nos muestra una lista de cosas que podemos hacer, que nos aseguraran la victoria. De estas solo veremos dos de ellas que considero como más relevantes.

1.    Para ser victoriosos en la guerra espiritual necesitamos reconocer el poder destructor de las palabras. (5:15)
(15Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.)
Pablo nos advierte, “tengan cuidado o se destruirán unos a otros”. Sin lugar a dudas este pasaje nos esta hablando del uso inadecuado que damos al miembro de nuestro cuerpo que Santiago comparó con el fuego o con un mundo de maldad, la lengua. El poder de nuestras palabras.(Santiago 3:6)
Satanás a lo largo del tiempo a usado esto para hacer caer a mas de uno. Ejemplo tenemos desde la primera pareja en el huerto del Edén, notemos el poder de las palabras cuando la serpiente convenció a Eva para que comiera del fruto. En toda la escritura se describe la importancia de lo que decimos y como lo decimos. Nunca tendremos victoria en la guerra espiritual si seguimos minimizando la seriedad de la batalla. La manera más poderosa de influirnos unos a otros es a través de las palabras que animan, reprenden, explican, enseñan, definen, condenan, aman, cuestionan, dividen, unen, venden, aconsejan, juzgan, reconcilian, pelean, adoran, calumnian, y edifican. La gente tiene influencia y las palabras tienen poder. Santiago nos dice esto en el cap. 3:5 (5Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!)
Así que nunca debemos minimizar nuestros pecados de comunicación. (“En verdad no lo dije intencionalmente. “Discúlpame, no estaba pensando”. “Ella sabe lo que realmente piensa de ella”). Pablo nos recuerda que lo que decimos tiene consecuencias. Recordemos que siempre estamos representando al Señor. Nunca esta bien comunicarse en maneras que contradigan su mensaje, método o carácter. Es muy fácil caer en la trampa de Satanás, cuando estamos bajo presión, pero no podemos echarle la culpa a las circunstancias. Pues estaríamos haciendo lo mismo de Adán y Eva (La serpiente me engaño, la mujer que me diste) Dios no toma como valida estas excusas. Tengamos cuidado pues esto ocurre frecuentemente  entre nosotros, he escuchado a varios de ustedes que bajo ciertas circunstancias, no cuidan sus palabras y son derrotados por Satanás. Las palabras de Pablo nos dan, de nuevo, un tirón hacia la realidad. Así que debemos hacer todo lo que podamos para dar a las palabras la importancia que la escritura les da, recordando que Dios dice que daremos cuenta de “toda palabra ociosa” (Mat. 12:36).

2.    Para ser victoriosos en la guerra espiritual necesitamos decir no a nuestra naturaleza pecaminosa. (5: 13a, 24)
(13Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne) (24Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.)
Este pasaje es muy honesto acerca de lo que es vivir en un mundo caído como personas que todavía pecan. ¡Esto incluye a los miembros de las  familias cristianas!
(Ilustración: sobre como cuando éramos niños habíamos utilizado sabanas limpias y ropa planchadas de papa y mama para jugar a la casita, para nosotros todo era precioso  hasta que llegaron nuestros padres, ¡nunca olvidaré el rostro de mi padre cuando vio nuestra hermosa obra, pareció como si un torrente de emoción hubiera comenzado en sus pies y explotado por su boca. Sus ojos centellaban y sus venas resaltaban. Nos grito y de su boca salió una diatriba que nunca olvidaré.)
¿Que padre no ha tenido que lidiar con un hijo que ha hecho algo imprudente e irresponsable? ¿Qué esposa no ha sido desilusionada por su esposo? ¿Qué esposo no ha pensado que su esposa no le ha dado lo que él merece? ¿Qué hijo no ha sentido que sus padres no lo entienden o lo maltratan? ¿Quién no ha sido herido por su hermano o hermana? ¿A que amigo no le han fallado sus amigos? ¿Quién de nosotros no ha sido provocado? ¿Quién de nosotros no ha sido tentado por el egoísmo, el enojo, los celos y el orgullo?
Galatas 5 es un pasaje que habla de los pecadores en un mundo de pecado. Pero también algo más. Este pasaje declara que tenemos el poder en Cristo para enfrentar la provocación.
Al exhortarnos a no gratificar la naturaleza pecaminosa, Pablo resume una realidad poderosa del evangelio que no debemos de pasar inadvertida. El dice: “Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos” (V. 24) Pablo nos llama a mirar hacia la obra de Cristo. Cuando Cristo fue crucificado, mi naturaleza pecaminosa fue crucificada con él, ya no vivo esclavizado al pecado. Ya no tengo que someterme a las emociones intensas y a los deseos poderoso de mi naturaleza pecaminosa. El dominio de mi naturaleza pecaminosa sobre mí ha sido roto para siempre en Cristo. Así es que Pablo dice: (5:13) No alimenten sus pasiones y deseos. No permitan que lo que hagas, digas o piensen sean dictados por sus sentimientos y deseos poderosos. (Hace unos días unos jóvenes me preguntaban “es bueno que yo vea el exorcista”, mi respuesta fue, ¿crees que es bueno para ti?, con que clase de películas alimentas tu mente y como crees que saldrá tu mente y tu corazón después de estar en el lodo, “Limpio”) Recuerden, por lo que Cristo ha hecho, tienen el poder para decir “No”.
CONCLUSIÓN: Galatas 5 es un pasaje que nos da mas consejos aun que los que hemos visto, pero si al menos tomáramos en cuenta y pusiéramos en practica estos dos: “reconocer el poder destructor de las palabras” y decir no a nuestra naturaleza pecaminosa”, estoy seguro que los demás consejos los cumpliríamos fácilmente y entonces tendríamos garantizada la victoria en la guerra espiritual.




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