miércoles, 31 de agosto de 2011

El pastor reformado.


    
1. EL CUIDADO DE NOSOTROS MISMOS.
“Tened cuidado por vosotros mismos y por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo os ha puesto como obispos,
para pastorear la iglesia del Señor, la cual adquirió para sí mediante su propia sangre”. (Hechos 20:28, RVA).
         Me propongo hablar sobre este texto en la siguiente manera:
Primero, consideraré lo que significa tener cuidado de nosotros mismos.
Segundo, mostraré el porqué debemos tener cuidado de nosotros mismos.
Tercero, aclararé lo que significa tener cuidado del rebaño.
Cuarto, mostraré la forma en que debemos tener cuidado del rebaño.
Quinto, mostraré algunos motivos por los cuales debemos tener cuidado del rebaño.
Finalmente, haré algunas aplicaciones de este tema.
Sección 1: La naturaleza de este cuidado.
1. Primeramente, tenga cuidado de usted mismo. Asegúrese de que ha sido verdaderamente convertido. Tenga cuida-
do de no estar predicando acerca de Cristo a otros, mientras que usted mismo esté sin Cristo. Se les ha prometido una
recompensa gloriosa a los fieles predicadores del evangelio, pero usted jamás disfrutará de esta recompensa, a menos
que usted mismo haya recibido primeramente el evangelio. Hay muchos predicadores que están ahora en el infierno,
quienes advertían muchas veces a sus oyentes de la necesidad de escapar de el. ¿Acaso espera que Dios le salve a
usted por haber ofrecido el evangelio a otros, mientras que usted lo rechaza? Dios nunca prometió salvar a los
predicadores, sin importar cuán dotados fuesen, a menos que ellos fueran convertidos.
         Ser inconverso es terrible, pero ser un predicador inconverso es mucho peor. ¿Acaso no tiene miedo de abrir
su Biblia y leer acerca de su propia condenación? ¿Cuando usted predica el evangelio, acaso no se da cuenta que está
incrementando su propia culpa, al rechazar al Salvador que proclama? Sin embargo, es común que un predicador
inconverso no se percate de su propia condición. Diariamente tiene contacto con verdades preciosas y exteriormente
vive una vida santa. El denuncia el pecado en otros y les anima a vivir una vida santa. Cuán trágico es morir de hambre
teniendo el pan de vida en las manos y animando a otros para que coman de el. Si esto es verdad acerca de usted,
entonces le aconsejo que se predique a sí mismo antes de continuar predicando a otros. ¿Acaso le ayudará en el día del
juicio decir: “Señor, Señor, he predicado en tu nombre”, solamente para escuchar las terribles palabras “apártate de
mí, no te conozco”? Le aconsejo que confiese sus pecados delante de su grey y les pida que oren por la conversión de
su ministro.
         No es inusual encontrar ministros que sean inconversos. Su predicación será fría y sin vida, si Cristo no está
en su corazón. Ojalá que cada estudiante de teología (especialmente en los seminarios) entendiera esto. ¿De qué vale
estudiar si esto no nos conduce al conocimiento de Dios y de su gracia salvadora? Si Dios en su misericordia salva a
estos ministros, entonces, ellos tendrán un conocimiento de El que jamás se hubieran imaginado. No se puede cono-
cer nada correctamente, a menos que se conozca a Dios. Nada en el universo entero puede ser conocido correctamen-
te, a menos que sea conocido en relación con su Creador.
         Cuando Dios creó al hombre era perfecto y vivía en un mundo perfecto. Todas las cosas revelaban la gloria
de Dios. Si el hombre no hubiera pecado, habría incrementado continuamente su conocimiento de Dios y de sí
mismo. Pero, cuando el hombre buscó el conocimiento para sus propios fines, entonces perdió el verdadero conoci-
miento de Dios y de su creación. El conocimiento que obtuvo resultó ser vano y vacío.
         La obra de Cristo nos restaura por medio de la fe, a la pureza, la obediencia y el amor en los cuales el hombre
fue creado al principio. Por lo tanto, los hombres más santos son los mejores estudiantes de la creación divina. El
estudio de la ciencia no tiene valor, a menos que se esté buscando a Dios en la ciencia. La única sabiduría verdadera
consiste en ver, adorar, amar y deleitarse en Dios, tal como El se ha revelado en su creación. Por lo tanto, es un peligro

en la educación anteponer otras materias al estudio de Dios. La teología debería ser primero y ser la guía en todos los
demás estudios. La naturaleza debería ser leída como uno de los libros de Dios que El hizo para revelarse a sí mismo.
El libro de Job y los Salmos nos enseñan que la ciencia y la teología están más íntimamente relacionadas de lo que
muchos piensan.
         Por lo tanto, ruego a todos los maestros cristianos a que hablen a sus alumnos acerca de Dios y la salvación,
juntamente con las otras ciencias. No piense que son demasiado jóvenes para entender la Palabra de Dios. Usted no
tiene idea de cuales pudieran ser los efectos de sus palabras en el futuro. Usted se encuentra en una posición especial-
mente privilegiada de poder ser escuchado por los jóvenes. Cuando la religión es tratada como cualquier otro tema
tiene muy poco impacto sobre los oyentes. ¡Cuán pocos alumnos son serios y piadosos! Usted no pudiera hacerles
mejor servicio que el de ser un instrumento en el propósito de Dios, para su conversión.
2. Sea diligente en mantenerse en una buena y saludable condición espiritual. Primero predique sus sermones a sí
mismo. Su pueblo se fijará si usted ha pasado mucho tiempo con Dios y serán beneficiados. Lo que ocupa más su
corazón se comunicará más eficazmente a ellos. Confieso que cuando mi corazón está frío, entonces mi predicación
es fría. Si nuestro amor, fe o reverencia disminuyen pronto se manifestará en nuestra predicación, quizás no tanto en
lo que predicamos sino en la manera en que lo hacemos. Y nuestro pueblo sufrirá. Por otra parte, si estamos llenos de
amor, fe y celo, entonces nuestro ministerio traerá refrigerio y aliento.
          Hermanos, guarden sus corazones para mantenerlos libres de las concupiscencias, las pasiones y la
mundanalidad. Mantengan su fe, su amor y su celo. Pase mucho tiempo en comunión con Dios. Si no hace esto,
entonces todo irá mal. Usted debe obtener de El, el fuego celestial para consumir sus sacrificios. Si su fervor es
artificial usted no puede esperar la bendición de Dios. Los pecados vergonzosos y las herejías comienzan normalmen-
te con desviaciones pequeñas. Frecuentemente Satanás se aparece como un ángel de luz para atraerle hacia las tinie-
blas. Si usted cede ante el orgullo o cae en el error, entonces usted será una maldición en lugar de una bendición para
el pueblo de Dios. Por lo tanto, tenga cuidado tanto para su propio beneficio, como para el de otros.
          Yo pienso que un ministro debería cuidar su corazón especialmente antes de ministrar en público. Lea algún
libro espiritualmente estimulante o considere la gran importancia de su mensaje o piense en las grandes necesidades
espirituales de su grey. Suba al púlpito en el celo del Señor, para que los corazones de los oyentes puedan ser calenta-
dos, antes de salir del servicio.
3. Asegúrese de que su estilo de vida no contradiga su enseñanza, de otro modo, terminará deshaciendo todo el bien
que pudiera haber hecho. Si nuestras vidas son inconsistentes, la gente pronto pensará que hay muy poca verdad en el
cristianismo y que nuestra predicación es solamente palabrería. Si lo que decimos es en serio, entonces pondremos en
práctica lo que decimos. Una sola palabra de soberbia, una explosión de enojo, o un solo acto egoísta pueden destruir
rápido todas sus labores. Si usted no anhela el éxito del evangelio, entonces, ¿Porqué está en el ministerio? ¿Acaso no
está preparado para aguantar insultos y ofensas, no está dispuesto a controlar su temperamento, a mortificar su orgullo
y a acomodarse a los pobres para ganar almas? Es extraño ver como algunos predican muy cuidadosamente, pero
viven descuidadamente. Debemos tener mucho cuidado de ser hacedores de la palabra y no solamente “habladores”,
engañándonos a nosotros mismos (vea Stg.1:21). Debemos ser tan cuidadosos acerca de nuestra forma de vivir, tal
como somos cuidadosos para predicar. Si deseamos ganar almas, entonces ésta será nuestra meta, tanto cuando
estamos en el púlpito, como cuando estamos fuera de el. Sea diligente para usar toda su vida para Dios y no simple-
mente su lengua.
          Mantenga una conducta y una forma de hablar que sean irreprochables. Su vida debería condenar el pecado
e inspirar la piedad en todos los aspectos. Si usted quiere que el pueblo cuide bien a sus familias, entonces, usted
debería cuidar bien a la suya. No hay nada que se compare con la mansedumbre y la autonegación como medios para
vencer los prejuicios. Resista la tentación de usar su autoridad para presionar a la gente a la sumisión y a la obediencia.
Sea amigo de todos, especialmente de los miembros pobres de su iglesia. Esto puede ser un camino eficaz para hacer
mucho bien.
          Le ruego que sea generoso y compasivo. Use sus recursos materiales para suplir las necesidades de otros.
Provea libros espirituales y edificantes para su pueblo. No es un verdadero creyente aquel que rehusa compartir lo que
tiene cuando Cristo se lo pida. Si más ministros practicaran la autonegación, esto abriría más corazones para recibir el
mensaje de su predicación. La religión sin autonegación es hipocresía. No es necesario que vivamos como en un

monasterio, no obstante, debemos usar todo lo que tenemos para Cristo.
4. Tenga cuidado de no caer en los pecados que usted condena en otros. ¿Cómo puede exaltar a Cristo como Señor, si
usted está quebrantando sus leyes? Es más fácil condenar el pecado que vencerlo. Tenga cuidado de mantener su
cuerpo: “bajo disciplina ...; no sea que, después de haber predicado a otros, usted mismo venga a ser descalificado”.
(1 Cor. 9:27).
5. Asegúrese de tener lo que se necesita para ser un buen ministro de Jesucristo. Hay muchas dificultades por resolver,
aún en las cosas más básicas del cristianismo. Tenemos deberes que son demasiado difíciles para muchos. Tenemos
que advertir a nuestro pueblo acerca de muchas tentaciones sutiles para que puedan escapar de ellas. Tenemos que
vencer muchos prejuicios y mucha obstinación. Se necesita mucha capacidad para hacer que la verdad sea clara ante
la conciencia de cada quien. Se requiere mucho conocimiento para contestar todos los argumentos engañosos contra
la verdad. Se necesita mucha sabiduría para aconsejar. ¿Acaso esto es algo que cualquier persona puede hacer? ¿No
piensa usted que es necesario hacer un gran esfuerzo para equiparse a fin de cumplir una obra tan exigente? Escatimar
sus estudios no le ayudará a ser un buen predicador. Solamente Dios nos puede ayudar y equipar, pero si nosotros
somos flojos y negligentes en el uso de los medios que El nos ha dado, esto apagará el Espíritu. Por lo tanto, no pierda
más tiempo. ¡Estudie, ore, investigue y practique! Este es el camino para mejorar sus habilidades.

lunes, 29 de agosto de 2011

sermon del domingo 28 de agosto.

El sermón estuvo basado en el evangelio de Juan 5:39, y se hablo sobre la Biblia el cual nos enseña el camino correcto. este sermón fue impartido por el Hno Moises Camacho Medina. Dios bendiga al hno y su familia.

jueves, 25 de agosto de 2011

La visión transformadora.


LA COSMOVISIÓN Y LA CULTURA

En un café Antonio había estado hablando con nosotros por un largo rato. Aunque podíamos entender su problema, nos era imposible abordarlo. No podíamos cruzar el golfo interpuesto entre nuestras maneras de percibir. Era la clase de golfo que separa dos formas de vida, dos cosmovisiones. Antonio había venido a Canadá a estudiar comercio, con la intención de regresar a Singapur y entrar en el mundo de los negocios. A su regreso iba a contraer matrimonio con una chica con la que había tenido una relación por algunos años. Aunque no estaban oficialmente comprometidos, se suponía dentro de su contexto cultural que se casarían. Pero algo paso. En su segundo año en Canadá Antonio se hizo cristiano a través del grupo de InterVarsity en su universidad. Empezó a crecer como persona en formas que nunca había anticipado. Como seguido pasa en estos periodos de crecimiento, los planes anteriores comienzan a cambiar. Antonio llegó a la conclusión de que no estaba enamorado de su novia allá en Singapur, y empezó a enfriar la relación en sus cartas. Finalmente le fue necesario regresar a casa para romper definitivamente. Cuando Antonio nos contó su historia, estábamos impresionados con la integridad moral tanto de lo que había hecho como de la manera en que lo había hecho. Ahora que tenía que regresar, sin embargo, Antonio era un joven quebrantado y deprimido. Porque había terminado su relación, su familia lo había rechazado. Su padre le había dicho: “Eres peor que un animal; aun los animales muestran agradecimiento”. Ante los ojos de sus padres y ante los ojos de los padres de su novia anterior, Antonio había cometido un pecado imperdonable. Había hecho pedazos las esperanzas y expectativas de su familia al ser desleal a una mujer que había sido su prometida. En la cultura del hogar de Antonio la lealtad es uno de los deberes morales más altos de todos. Esta historia ilustra de una manera dolorosa el carácter penetrante de las cosmovisiones. La familia de Antonio “vio” lo que había hecho de manera
4 WALSH Y MIDDLETON
completamente diferente de como nosotros lo “vimos”. Lo que valió para nosotros fue la integridad del carácter de Antonio. Vimos a un hombre joven que rechaza esconderse detrás de miles de millas que lo separaban de una situación no placentera. Vimos a un hombre joven tanto abierto como sensitivo en la manera en que trató a su ex-novia. Aunque sus padres pudieron haber notado estas admirables características en Antonio, con todo, no vieron su importancia. Vieron en primer lugar una falta de lealtad y de gratitud. Tenemos aquí dos formas diferentes de ver — en efecto, dos cosmovisiones. No obstante, lo que hizo la situación aún más dolorosa fue que las dos cosmovisiones entraron en guerra dentro de Antonio mismo. Aunque algunos digan lo contrario, la conversión a Jesucristo no borra de tajo los años de haber sido criado en otra visión religiosa. Antonio sabía que como cristiano sus acciones se fundamentaban en el amor y en la honestidad, pero en su corazón oriental las acusaciones de sus padres aún le recordaban duramente su casa. ¡Tal vez en realidad si era el canalla que su padre decía que era! Esta batalla de cosmovisiones, esta tensión fundamentalmente espiritual, acosó y deprimió a Antonio por meses. Lo mejor que pudimos hacer como amigos cristianos fue reafirmar su lado cristiano en esta batalla. Tratamos de levantarle su autoestima reafirmándole su valor ante los ojos de su Señor, y de sus hermanas y hermanos cristianos. Este libro trata de cosmovisiones. Las cosmovisiones se entienden mejor cuando las vemos encarnadas, desarrolladas en modos de vida concretos. No son sistemas de pensamiento, como las teologías y las filosofías. En cambio, las cosmovisiones son marcos de referencia perceptuales. Son formas de ver. Si queremos entender lo que la gente ve, o qué tan bien la gente ve, necesitamos observar cómo anda. Si se tropiezan con ciertos objetos o chocan con ellos, entonces podemos suponer que están ciegos a ellos. Por el contrario, sus ojos no sólo pueden ver, sino, de hecho, fijan su mirada en otros objetos particulares. Dos ejemplos ilustran el punto. Primero veremos como las prácticas en la crianza de los niños en el Japón difieren de aquellas en Canadá y luego contrastaremos las perspectivas respecto de la tierra mantenidas por la cultura dominante de Norteamérica con las de la cultura indígena.

Calvino y la responsabilidad frente a la creación.


Para entender a Calvino 500 años
Entre los críticos de Calvino últimamente también se han unido teólogos que abordan los desafíos de la crisis ecológica. Sin grandes investigaciones se sostiene que Calvino es uno de aquellos teólogos cuyos intereses se enfocan únicamente en los seres humanos y su vocación, y que habrían perdido de vista el horizonte de la creación en su totalidad. ¿Calvino como una lúgubre antítesis de Francisco de Asís? Ninguna otra afirmación podría ser tan equivocada. Al mirar más de cerca se demuestra, sin embargo, que Calvino abogó por una comprensión de la creación y principalmente por el papel de los seres humanos en la creación, que también en la actual situación inesperadamente continúa siendo relevante. Cierto es que la crisis ecológica no estaba en su horizonte, pues en su época la ceguedad e imprudencia de los seres humanos hacia la creación no había alcanzado las actuales dimensiones. La responsabilidad por los dones de la creación de Dios es parte integral de su mensaje, ya sea se trate de Dios o del ser humano, él siempre incorpora también el tema de la creación. Nada es más ajeno a Calvino que la idea de que la humanidad estaría llamada a construir ‚su propio mundo’ a costo de la naturaleza. La gran obra de arte de la creación Así como no se puede contemplar al ser humano en forma separada de Dios, éste tampoco se puede contemplar separadamente de la creación. Dios, que creó el ser humano y con el que mantiene una relación indisoluble, es el Creador de todas las cosas. El ser humano es parte de esta creación y experimenta su dependencia de Dios en la creación que lo rodea. Inmediatamente al inicio de la Institución de la Religión Cristiana, Calvino ya afirma que la gloria de Dios resplandece en la creación (Inst. I,5, título), la cual es en cierta forma un espejo donde es posible contemplar a Dios, que de otro modo es invisible. La creación despliega la gloria de Dios, Calvino siempre la denomina como theatrum gloriae Dei. La creación es una obra de arte que tenemos que contemplar con asombro y respeto, en ella todo tiene un orden perfecto. Principalmente sobre el sol Calvino se explaya ampliamente: “No hay entre todas las criaturas virtud más noble y admirable que la del Sol. Porque, además de alumbrar con su claridad a todo el mundo, ¿cuál no es su poder al sustentar y hacer crecer con su calor a todos los animales, al infundir con sus rayos fertilidad a la tierra, calentando las semillas en ella arrojadas, y luego hacerla reverdecer con hermosísimas hierbas, las cuales hace él crecer, dándoles cada día nueva sustancia hasta que lleguen a echar tallos; y que las sustente con un perpetuo vapor hasta que echen flor, y de la flor salga el fruto” (Institución de la Religión Cristiana I.16,2). Dios continúa obrando en su creación
Calvino no solamente alaba el primer acto de la creación, sino que el continuo obrar de Dios en el universo, Él no cesa de obrar en su creación. La obra maestra que creó es gobernada por Él (Institución de la Religión Cristiana I.10,2), nada ocurre por azar, todo es obra de la Providencia de Dios. El cambio de las estaciones del año, la lluvia, la fertilidad de la tierra provienen de su mano, y también el curso de nuestra vida humana lo determina su Providencia. Efectivamente sin la intervención de Dios ni siquiera podría caerse un cabello de nuestra cabeza, todo aquello que los seres humanos sean capaces de lograr es al fin y al cabo obra de Dios. Sea Para entender a Calvino 500 años 

sábado, 20 de agosto de 2011

sermón para jóvenes.


TEMA: “ACCIONAR Y NO SOLO SOÑAR”

TEXTO: SAN JUAN 6:28

INTRODUCCIÓN:
Algunos de nosotros somos soñadores de primera, anhelamos hacer tantas cosas que el disco duro de nuestro cerebro se queda full de tantos sueños que quisiéramos realizar, y la verdad soñar no es malo, es mas José era un soñador que vio cumplido cada uno de sus sueños.
Hay quienes pasan el día hablando de que quieren ir de misiones a ciertos lugares escondidos, otros pasan la vida soñando que un día estarán en un estadio lleno, con su banda alabando a Dios, también hay quienes sueñan con dar conferencias juveniles por todo el mundo y así pudiera citar muchos sueños denominados a veces “imposibles” que muchos tienen en su vida.
Esta bien que sueñes en grande y que tengas anhelos maravillosos de servirle a Dios, pero ¿Qué pasa cuando tu sueño solo se queda en UN SUEÑO y no haces nada para cumplirlo?, definitivamente caes en el error de solo Soñar, pero nunca ACCIONAR.

DIOS ES EL DADOR DE LOS SUEÑOS.

Sin lugar a dudas cuando es Dios quien pone los sueños en tu vida, El te respaldara a cumplirlos, pero cuando es un sueño totalmente humano es vano, es como un relámpago, que aparece por un momento y desaparece. Es ahí en donde las emociones aparecen y se anteponen al sentir del Espíritu de Dios. Cuando un sueño es una simple emoción, desaparecerá, pero cuando es puesto por Dios prevalecerá hasta cumplirse.

¿QUÉ ESTAS HACIENDO PARA CUMPLIR TU SUEÑO?
Esa pregunta es la que quiero hacerte en este momento: ¿Qué estas haciendo para cumplir tu sueño?, posiblemente la respuesta mas común seria: nada o a lo mejor algunos con un tinte mas espiritual dirían aunque no fuera cierto: “estoy orando”.
La verdadera respuesta solo la tienes tu, pues el único que sabe si estas accionando para cumplir tu sueño o simplemente no estas haciendo nada eres tu mismo.

Joven Dios te ha llamado a grandes cosas, tu corta edad o tu juventud no es obstáculo para cumplir cualquier clase de sueño. Dios no mide las respuestas por edades, tu tienes el mismo valor que una persona mucho mayor que tu, Dios no tiene como requisito para cumplir tu sueño ser mayor de 33 años, en pocas palabras es hora que creas lo que Dios puede hacer en ti.

Algunos obstáculos que te evitan el accionar para cumplir tus sueños son:

1.      El creer que eres muy joven para ser usado por Dios. ¿Quién te dijo que Dios solo usa a los viejos?, David era un jovencito cuando Dios lo usaba en gran manera, Timoteo era un joven con autoridad de parte de Dios en su Ministerio, la edad nunca será obstáculo para poder cumplir tus sueños.

2.      El pensar que algún día Dios te usara, menos hoy. La falta de Fe es el enemigo número uno del Cristiano, si tu no tienes fe en lo que Dios puede y quiere hacer en tu vida, creo que jamás veras tu sueño cumplido.

3.      Los comentarios negativos, habrán comentarios que querrán desanimarte de cumplir tus sueños, pero cuando realmente comprendes el propósito de Dios para tu vida no habrá comentario que te detenga.

ASPECTOS IMPORTANTES EN LA CONSECUCIÓN DE SUEÑOS.
 Leemos en Josué 1:9. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente...