domingo, 31 de julio de 2011

EL HOMBRE Y SU RECETA


Hace unos años, a un hombre en sus sesentas le fue ofrecido $200,000 dólares americanos por su motel, restaurante y gasolinera que había construido a través de toda su vida. Rechazó la oferta porque no quería jubilarse.

Dos años después, cuando tenía 65 años de edad, construyeron una autopista que desvió el tráfico de donde estaba su negocio y, como consecuencia, perdió todo.

La mayoría de personas a su edad hubieran tirado la toalla. Pero no este hombre. El sabía como cocinar pollo, así que tomó su viejo y deteriorado carro y empezó a viajar por todos los Estados Unidos, intentando vender su receta de pollo a otros restaurantes.

Su recorrido fue difícil. He oído que su receta fue rechazada por más de 1,000 restaurantes hasta que, por fin alguien la quiso. A pesar de sus obstáculos, el hombre siguió hacia su meta y dentro de unos pocos años, había empezado una cadena de restaurantes por todo el país y por todo el mundo llamado Kentucky Fried Chicken. ¿Su nombre? Coronel Sanders.

MILAGRO MODERNO


Un borracho fue convertido por el Señor. Un día, después de su conversión, un escéptico se mofó de él diciéndole: ¿Crees tú que Cristo hizo que el agua se volviera vino?
La rápida y acertada respuesta de aquel que había sido un beodo fue: No sé qué decirte…; pero lo que sí sé es que en mi hogar Cristo hizo que el vino se volviera pan.

MATEO HENRY ASALTADO


Mateo Henry, el famoso autor del comentario que lleva su nombre, fue asaltado por unos ladrones que le robaron su cartera. Entonces él escribió lo siguente en su diario: "Señor, ayúdame a estar agradecido; primero, porque nunca antes he sido robado; segundo, porque aunque se llevaron la cartera, no me quitaron la vida; tercero, por que aunque se llevaron todo lo que tenía yo, no era mucho; y cuarto, por que fui yo quien fue robado y no quien robó."

"UN AMIGO ES AQUÉL QUE LLEGA CUANDO TODO EL MUNDO SE HA IDO"


"Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo", dijo un soldado a su teniente.
"Permiso denegado", replicó el oficial. "No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto".
El soldado haciendo caso omiso de la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso: "Ya le dije yo que había muerto!!!!" Dígame ¿Merecía la pena ir allá para traer un cadáver?"
Y el soldado, moribundo, respondió: "Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: ¡Estaba seguro que vendrías!".

LA VIDA DE BEETHOVEN


El profesor de una escuela de medicina conocido mundialmente les puso a sus estudiantes esta situación médica: "Aquí esta la historia de la familia: El padre tiene sífilis. La madre tiene tuberculosis. Juntos ya han tenido cuatro hijos. El primero es ciego. El segundo ya murió. El tercero es sordo. El cuarto tiene tuberculosis. Ahora la madre esta embarazada de nuevo. Los padres vienen contigo para que los aconsejes. Están dispuestos a tener un aborto, si tu decides que eso es lo necesario. ¿Qué les recomiendas?
Los estudiantes dieron varias opiniones individualmente, y luego el profesor les pidió que se separasen en grupos para "consultar." Todos los grupos regresaron para reportar que recomendarían un aborto.
"¡Felicidades!" les dice su profesor, "¡Acabas de tomar la vida de Beethoven!"

sábado, 30 de julio de 2011

Amor y amistad.

     ¿Un día para el amor y la amistad; o, amor y amistad    para cada día?

“Fuerte es como la muerte el amor….Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos” (Cantares 8: 6 b- 7 a).

La Biblia no establece un solo día para el amor y la amistad. La Biblia no cree en el amor y la amistad con cita fija. ¿Por qué entonces, hemos establecido los humanos, un día para el amor y la amistad? Cada uno dará su respuesta desde sus propios intereses; y, cada respuesta es respetada. Sólo que, insistimos: “cada día, cada instante de nuestra existencia, debemos vivirlo en amor y en amistad”. Alguien dijo por allí, que sólo existe una religión verdadera: “El amor”. Efectivamente, Dios es amor; y, Jesucristo, su Hijo unigénito, vino a enseñarnos el camino del amor. El amor, más que un fin, es un camino; más que una palabra, es una actitud constante en la vida: actitud que edifica, actitud que reúne, actitud que perdona, actitud que da, actitud que reconstruye. Si nuestra actitud destruye, separa, guarda rencor, y no colabora en la reconstrucción de vidas, es porque no caminamos en amor.
Esta reflexión acerca del amor y de la amistad es para todos los humanos. Si nos hemos desviado del camino del amor, Dios nos da la oportunidad de volver nuevamente; si hemos confundido el amor con una doctrina denominacionalista, es necesario transformar esa confusión; si hemos confundido el amor con el simple placer, es necesario reconocer que hemos pecado, y pedirle a Dios, obre en nuestra vida, transforme nuestro ser y nos ayude a cultivar la pureza del amor.

A propósito del poder del amor, viene a nuestra mente un extracto de la película “El hechizo de Aquila”:
“Él, un guerrero, cabalgaba sobre un caballo negro. Sus ojos eran serenos, su rostro era triste, su cabello era dorado como la luz del sol, y su voz sólo se escuchaba después de largos silencios.
Ella era diáfana como la luna, su cabello era negro como la noche, y su voz era suave como la luz de las estrellas.
Se amaban mucho. Su amor era hermoso.
Vivía en aquella tierra un hechicero que manipulaba los poderes del mal. El hechicero la vio y se enamoró de ella. Quiso tenerla para sí. Pero ella amaba al guerrero y se escondía de los ojos del hechicero. Éste, enfurecido, lanzó un hechizo contra los amantes: “están condenados, por el resto de sus días, a no tocarse nunca”. La mujer sería como la luna. Sólo aparecería por la noche, una vez que se pusiera el sol. Durante el día, sería un halcón cazador, con pico y garras de rapiña. El guerrero sería como el sol. Sólo aparecería durante el día, una vez que amaneciera. Durante la noche, sería un negro lobo cazador.
Así sucedió. Durante el día, el guerrero cabalgaba su caballo negro, llevando en el hombro a su amada, bajo la forma de un halcón. De vez en cuando, el halcón alzaba el vuelo, subía hasta las alturas y, de repente, con un chillido estridente, se precipitaba como una flecha para capturar alguna presa. Durante la noche, la mujer permanecía al lado de su amado, el lobo negro, que se echaba a sus pies y le lamía las manos. De vez en cuando, él se levantaba y entraba solo en el bosque oscuro, para vivir su vida de lobo.
Pero había un breve momento encantado en el que casi  se tocaban. Al atardecer, cuando la luz del día se mezclaba con la oscuridad de la noche, era el momento mágico: el halcón volvía a ser su mujer y el guerrero se transformaba en lobo. Al amanecer, cuando la oscuridad de la noche se mezclaba con la luz del día, el lobo volvía a ser el guerrero y la mujer se transformaba en halcón. En ese brevísimo instante, ambos se presentaban uno al otro como siempre habían sido, y entonces veían, por un segundo, la belleza de su amor. Sus manos se extendían queriendo tocarse; pero era imposible.
Antes de que sus manos se tocaran, la metamorfosis concluía y las imágenes huían.
El guerrero amaba al halcón. Él sabía que dentro del halcón vivía su amada de voz suave. Pero vivía hechizada, adormecida. Lo único que tenía de ella era el ave muda, hundida en el silencio de su misterio. El guerrero acariciaba sus plumas, pero un halcón no es una mujer. El halcón no era su amada. La cargaba con la pequeña esperanza del momento encantado y con la gran esperanza de que, un día, el hechizo se rompiera.
La mujer amaba al lobo. Sabía que dentro del lobo vivía el guerrero de ojos profundos que ella amaba. Pero vivía hechizado, adormecido. Lo único que ella tenía de él eran los ojos hundidos en el silencio de su olvido. La mujer acariciaba su pelaje negro, pero un lobo no es un hombre. El lobo no era el guerrero que ella amaba. Ella lo acariciaba con la esperanza del momento encantado y con la gran esperanza de que, un día, el hechizo se rompiera.
El amor puede mucho. Es divino. Es más poderoso que todos los hechizos. Y sucedió que, un día, después de una lucha horrenda, el hechicero murió y el hechizo se rompió. El guerreo volvió a ser el guerrero que siempre había sido, y también la mujer volvió a ser la mujer que siempre había sido. Y las manos se pudieron tocar, todo fue alegría, se casaron y vivieron felices.

Ningún hechizo maligno, por muy poderoso que sea, es capaz de destruir el amor. Dice la Biblia: “las muchas aguas, no podrán apagar el amor ni lo ahogarán los ríos”. En otras palabras: “Los muchos hechizos del mal no podrán destruir el amor”. Porque Jesús, el AMOR encarnado, venció a todos los hechizos en la cruz del calvario, exhibiéndolos públicamente. Dios es AMOR, vino al mundo  en la persona de su Hijo Jesucristo, para dar a conocer, que su amor busca a quienes se desviaron del camino, una vez que los encuentra, los trae de vuelta a su redil; les hace ver que entre las tres virtudes principales para heredar el reino de los cielos: “la fe, la esperanza y el amor”, la virtud mayor y por excelencia “ES EL AMOR”. Amor que, más que un discurso, es una actitud constante; más que un fin, es un camino.
¿En qué camino te encuentras? ¿En el camino del amor? ¿O te has dejado llevar por los hechizos del mal, que aunque parezcan placenteros, su fin es camino de muerte? ¿Cómo manifiestas el Amor a Dios, a tu familia, a tu prójimo, y a ti mismo? La mejor forma de manifestar el AMOR de Dios en nosotros, es: pensando siempre en Él, leyendo siempre de Él, hablando siempre con Él, haciendo su voluntad “agradable y perfecta”, no haciendo lo que Él no quiere que hagamos, y permaneciendo siempre con Él, aunque las circunstancias no estén a nuestro favor. Si manifestamos el AMOR de Dios, viviremos en armonía con la familia, con la iglesia, con el prójimo, con nosotros mismos, y con toda la creación.





Imita los buenos ejemplos.

Texto: Hechos 9:36-43.
En la Biblia encontramos muchos ejemplos que son dignos de imitar. Como también encontramos muchos ejemplos de los cuales debemos cuidarnos.  Ya que la Biblia nos enseña historias de hombres que al desobedecer a Dios tuvieron que pagar las consecuencias, pero también encontramos personas que se sometieron a Dios y tuvieron éxito en todo.
El texto que nos ocupa el día de hoy, es un pasaje bastante conocido, pues se habla de una mujer bastante conocida por sus vecinos. Muchas sociedades hasta llevan este nombre.
He puesto como tema a la reflexión de hoy.

Tema: imitando los buenos ejemplos.
Hoy analizaremos la vida de una mujer ejemplar. Que con sus acciones, de los cuales había aprendido de Cristo, marco la diferencia entre las demás mujeres.
Esta mujer se llama: Dorcas. O Tabita.
Dorcas  marco la diferencia entre todas las mujeres.
I.- porque puso en acción las palabras de Jesús. <<Estuve desnudo y me cubriste>>
Cuando por causa de la enfermedad muere, sus amigas, se preocuparon, porque era la única que apoyaba a todas costurándole algunas prendas de vestir.  El versículo 36 nos dice, que esta mujer abundaba haciendo el bien y ayudando a los necesitados.
II.- porque era una mujer amigable.
Todos podrán tener el oficio de costurera o de confeccionista. Pero si no son amigables, definitivamente no tendrán a personas que le busquen. Dorcas se caracterizaba por eso, por ser una persona amigable.  ¿Cuántas amigas tienes?
III.- Porque era humilde.
La humildad es una de las claves para encontrar amigos o amigas en este caso. La humildad significa, ser amigable. O ir en busca de amigos. Y no significa tener un concepto inferior. Muchas veces hemos entendido mal este término, pues pensábamos que humildad solo lo tienen aquellos que muestran un carácter  pasivo. Pero humildad significa ser amigable, o la capacidad de buscar amigos.
IV.- Porque uso lo que Dios le había dado.
Dios le dio el don y la habilidad de hacer prendas de vestir. Esto fue el medio por la cual Tabita compartía el mensaje de Jesús. El don y la habilidad que Dios le dio, no lo uso para beneficios personales.
Nos apetece más ser servidos que servir. Y hemos nacido para servir: El ejemplo y la palabra de Jesús son claros: El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por todos” (Mc. 10,45)

Conclusión.
Este es un buen ejemplo digno de imitar.
Ejercicio: 1: escribir en un pequeño papel. Que es lo que más nos gusta hacer.
Ejercicio: 2. Esto que nos gusta hacer lo estamos utilizando para compartir el evangelio de Cristo, tal como lo hizo Dorcas.
Quiero preguntar, ¿Cuántas Dorcas hay en este momento? Tienes estas características.
Hace un algunos años fuimos a visitar a una amiga a un sanatorio en la Cd, de Tapachula, en la sala de espera leí una  inscripción que decía:  “Dormí y soñé que la vida era alegría. Desperté y vi que la vida era servicio. Serví y vi que el servicio era alegría”.
Cuando Cristo mora en los corazones de las personas, ven el servicio no como una carga sino como un privilegio, y por tal motivo lo hace con alegría. Me imagino a Dorcas con un rostro alegre sirviendo a sus vecinos.
¿QUIERES UTILIZAR TUS DONES TAL COMO LO HIZO DORCAS?

Las miradas de una madre.

Texto: Éxodo 2:1-10.

Introducción: Alguien preguntó una vez: “¿Qué es una madre?” -y su propia respuesta fue: “Una madre es alguien a quien un niño ama. Un amor hecho a prueba de toda clase de dolores y de todo género de ingratitudes. Un corazón que no se cansa nunca de sufrir. Un alma que no deja ni un momento de querer. Y la verdad es que la pregunta seguirá siendo material selecto para la escritura fresca e inspirada de los poetas. Seguirá siendo tema de elogios por los que nos  sentimos con  una deuda de gratitud: sus hijos. Seguirá siendo el asunto de mayor reconocimiento que hará el esposo y  padre, al saber que si no fuera por la angelical y dulce ternura de esa madre, sus hijos no serían lo que son ahora. Ella también es el objeto de inspiradas predicaciones por parte de los pastores, pues su amor, fidelidad y entrega para formar a sus hijos, despierta una admiración  comparada al amor sacrificial y muchas veces menospreciado de parte de los  hijos hacia Dios. Por las cosas  que una madre hace, con los “instrumentos” recibidos de Dios,  nos  merece  los mejores y más justos comentarios. Si habláramos de las “manos” de las madres, ellas nos contarían de su laboriosidad, protección y ternura. Si habláramos de sus pies, ellos nos mostrarían su diligencia, provisión y arreglo. Si habláramos de sus oídos, ellos nos dirían mucho acerca de cómo es el lloro de los hijos, de cómo son sus  peticiones y sus súplicas  pero a lo mejor nos hablarían de las confesiones y consejos que los pequeños van haciendo en la medida que van descubriendo su mundo y sus problemas. Sin embargo hablemos hoy de su mirada. ¿Qué se esconde detrás de la mirada de una madre? ¿Qué hay detrás de esos ojos llenos de lágrimas, o detrás de aquellos ojos felices? ¿Qué lenguaje produce su mirada tierna, compasiva y algunas veces de reproche? Escogeremos a una madre del Antiguo Testamento. A la madre de uno de los más grandes hombres que ha dado la tierra y que vino de ella. Hablemos de Jocabed, la madre de Moisés. Tomemos la  sagrada frase, a lo mejor  escrita por su propio hijo, cuando dijo: “y viéndolo que era hermoso…
Tema: Las miradas de una madre.

O.T. Veamos lo que hay detrás de una mirada materna.
I.- Una mirada llena de amor. 
a) La orden del Faraón. (Dar muerte a todo varón que naciera) Éxodo 1:16.
b) El dilema de Jocabed. (Había tenido un hijo varón) Éxodo 2:1-2.
¿Puede usted  pensar en las noches de desvelo que tuvo Jocabed al imaginarse que el fruto de su vientre fuera ejecutado para aplacar los temores del malvado gobernador de Egipto? Cada madre ve a su hijo  hermosos sin considerar de que color nacen o qué parte de su cuerpo es mejor que la otra. Pero en esta mirada hubo más que una contemplación física. El término “hermoso” tenía una consideración por parte de los antiguos, como una señal del favor divino. Aquella mirada despertó una compasión que movería sus entrañas. Aquel “pedacito de vida” llenó su corazón de un gran afecto. Cautivó sus sentimientos maternos. Según la Biblia, Moisés sería el tercer y último hijo de  aquella familia. Los otros fueron  Mirian (María), quien tendría unos 15 años cuando nació su hermano menor y Aarón, a lo mejor con unos dos años de nacido. Es obvio que  la llegada un tercero sería algo que  llenaría  de un tremendo regocijo a los felices padres. Ahora bien,  toda madre conserva una mirada de compasión por sus hijos. Nadie más como ellas para sentir el dolor de un hijo enfermo, para sentir el rechazo y el menosprecio que de ellos se hagan, para sentir sus fracasos y sus frustraciones. Por cada ojo lleno de lágrimas de sus hijos, los suyos también lloran y sufren. La mirada de una madre puede desarmar un corazón lleno de odio, puede alegrar un corazón lleno de tristeza, puede entusiasmar a un corazón falto de esperanza y puede generar confianza en un corazón  que ha perdido la fe. Y esto es la mirada lleno de amor.
II.- Una mirada llenos de protección.
Las madres hacen cosas asombrosas con tal de cuidar y proteger a sus hijos. Uno tiene que imaginarse que en el caso de Moisés, su madre se convirtió en una experta en ocultar a su hijo por espacio de tres meses. Pero después de estos tres meses fue imposible seguirlo ocultando.
a)     ¿hasta dónde está dispuesta a llegar a una madre por el amor a su hijo? En la historia de Moisés, además de la extraordinaria providencia divina, la actuación de su madre para salvarlo es única, propia para una obra de película como una gran historia de amor. Aquella mirada protectora despertó la creatividad, y con sus manos laboriosas ella  hizo el “arca de  salvación”. ¡Con cuánto cuidado aquella madre trabajaría en la elaboración  de aquella arquilla! Tómese en cuenta la búsqueda de los juncos, la impermeabilización de manera que el agua no se filtrase y se humedeciese. De igual manera hay que considerar toda la protección que hubo que hacer para colocar al niño hasta que fuera descubierto.
b)    Ellas no calculan los riesgos al momento de salvar a sus pequeños. Las noches son testigos de esos ojos de protección que rodean la cuna. ¿Qué decir de las cárceles o los hospitales donde permanecen tantas de ellas con la esperanza de cuidar o proteger a sus hijos? Los hijos somos objetos de la mirada protectora de ellas.
III.- Una mirada de fe. Hebreos 11:23.
Cada vez que una madre ve a su tierno y pequeño niño,  en su corazón contempla al hombre o a la mujer cuando esté cumpliendo una gran misión como resultado de su esfuerzo y preparación. Ninguna madre ve en su hijo un futuro delincuente, ladrón, homicida  o un  mal hijo. Entre todas las miradas, la de “fe”, es sin duda la más importante. En la historia que nos asiste hoy, el escritor de Hebreos nos dice: “Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey”.
La expresión “no temieron” está llena de valentía, firmeza pero sobre todo de mucha fe. Tan grande fue la fe que inculcó Jocabed  en Moisés, que el escritor a los Hebreos la destaca como algo sencillamente asombrosa (He. 11:24-26). Toda madre lleva en sí una mirada de fe en el hijo que ha traído al mundo. Y,  es esa fe inquebrantable  que las coloca en la galería de la  historia de la fe  como grandes heroínas por sus hazañas y proezas. Levantémonos hoy para honrar a nuestras madres y saber que detrás de su mirada se esconde una porción de amor, de protección, de esperanza y sobre todo de fe.
Conclusión: 
 Al dejar constancia de mi amor, respeto y reconocimiento por esas bellas damas que tienen un corazón de madre, entre las que incluyo a la mía y a mi esposa, traigo para vuestra reflexión el pensamiento de Federico II de Prusia al ascender a su trono. Su madre,  quien estaba presente, y ella en respecto a alta investidura de su hijo, le dijo: “Vuestra majestad”. Y quien luego llegara a ser Federico el Grande dijo: “Llamadme siempre vuestro hijo; ese título es más preciado para mí que la dignidad real”. Así debe hablar cada hijo al evocar el recuerdo por el ser que le trajo al mundo, a quien tan dulce y amorosamente llamamos: madre. A ellas nuestro reconocimiento, admiración y sujeción al pensar y celebrar su día. Amén.


En Busca de significado de esta vida. 
Eclesiastés 1:12; 2:11
Yo, el Maestro, reiné en Jerusalén sobre Israel. Consideré luego todas mis obras y el trabajo que me había costado realizarlas, y vi que todo era absurdo, un correr tras el viento, y que ningún provecho se saca en esta vida.
Introducción
En esta vida todos los hombres se plantean grandes preguntas: por ejemplo, ¿Cómo llegamos aquí? ¿Qué hay después de la muerte? ¿Quiénes somos? Y ¿Qué hacemos aquí.  Pero una de las más importantes es la que tiene que ver con el sentido y el propósito de esta vida. ¿Qué hace especial a esta vida para que valga la pena vivirla? ¿Dónde se encuentra el propósito de nuestra vida?
Veamos: hoy como nunca 
  • la gente tiene más conocimientos 
  • la gente se comunica más fácilmente.
  • la gente puede divertirse con mayor libertad.
  • Se han firmado muchos tratados de paz, sin embargo.  
  • hay más violencia
  • hay más desorden
  • hay más rebelión  
  • hay más suicidios 
  • hay más divorcios   
  • hay más corrupción e impunidad 
La gente anda buscando desesperadamente el verdadero significado de la vida para disfrutarla. No hay nada de malo en ello. Creo que es un derecho del ser humano el vivir a plenitud su vida en compañía de los seres a quienes ama. Pero parece que en los más de 6 mil años que el hombre ha estado en la tierra no lo ha encontrado. Cree haberlo encontrado, pero basta con mirar las páginas de cualquier periódico para darse cuenta que esta búsqueda la ha hecho en los lugares equivocados. En el pasaje de hoy nos daremos cuenta de los 4 lugares más comunes donde la gente de hoy -al igual que la gente en los días de Salomón, quien escribió este libro-, está buscando el propósito para sus vidas. En primer lugar, el significado de esta vida...



I. NO SE ENCUENTRA EN LO QUE UNO SABE (CREENCIAS) Eclesiastés.  1:12-18 Yo, el Maestro, reiné en Jerusalén sobre Israel.13 Y me dediqué de lleno a explorar e investigar con sabiduría todo cuanto se hace bajo el cielo. ¡Penosa tarea ha impuesto Dios al *género humano para abrumarlo con ella!14 Y he observado todo cuanto se hace en esta vida, y todo ello es absurdo, ¡es correr tras el viento!
   15 Ni se puede enderezar lo torcido,
      ni se puede contar lo que falta.
16 Me puse a reflexionar: «Aquí me tienen, engrandecido y con más sabiduría que todos mis antecesores en Jerusalén, y habiendo experimentado abundante sabiduría y conocimiento.17 Me he dedicado de lleno a la comprensión de la sabiduría, y hasta conozco la *necedad y la insensatez. ¡Pero aun esto es querer alcanzar el viento!18 Francamente,
      »mientras más sabiduría, más problemas;
      mientras más se sabe, más se sufre.»
A. Salomón realizó una búsqueda de la sabiduría humana "bajo el sol" (en esta tierra). Él miró la sabiduría que no incluye a Dios y descubrió que era "aflicción de espíritu". (Vs. 17) También descubrió que causaba molestia y dolor (Vs. 18)
B. El conocimiento no es malo. La gente debe estar preparada para desempeñar una profesión o un oficio eficientemente. Pero la búsqueda del conocimiento y de la verdad en las cosas no llena el vacío interno. La ciencia y la fe comparten terrenos comunes: todo conocimiento verdadero viene de Dios, pues Dios es la fuente de toda verdad. Pero mucha gente que ha adquirido muchos conocimientos se han sentido superiores -inclusive a Dios- y lo han ignorado, o simplemente lo han sacado de su vida. El hombre que construyó el Titánic Después de que terminó, un reportero le preguntó cuan seguro sería. Con un tono irónico él dijo: 'Ni Dios puede hundirlo' El resultado: ustedes lo saben mejor.
C. La filosofía humana. Es importante, pero muchas corrientes han hecho a un lado a Dios. Uno muy famoso dijo en su época que Dios había muerto y había nacido el súper hombre.
E. Salomón, un hombre sabio, inteligente, conocedor de muchas cosas, terminó desilusionado. Continuemos con nuestra búsqueda. Si no está en los conocimientos, ¿dónde se encuentra la fuente de toda la felicidad? Salomón nos dice que...




II. NO SE ENCUENTRA EN LO QUE UNO DISFRUTA (PLACER) 2:1-3,10.
1 Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad.
    2 A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto?
    3 Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.
A. Salomón trató de encontrar el significado de la vida en los placeres de este mundo, y encontró que eso era "vanidad".
B. Hoy existen más libertades, más opciones de diversión: cine, radio, televisión, internet, juegos de vídeo, discotecas, fiestas, drogas, licor, tabaco, etc., libros, películas, en fin.
C. Es interesante que los mayores consumidores de estas opciones de diversión son los jóvenes, quienes se suponen que deberían ser los que menos se debieran sentir vacíos. Por ejemplo, cada año en nuestro país mueren más de 10 mil personas a causa del cigarro y el alcohol. 
D. La gente parece divertirse en las fiestas, pero al final de todo, el sentimiento es el mismo: vacío indiscutible, una soledad infernal.
E. el hombre sigue buscando el significado de la vida en los lugares equivocados, si la felicidad no está en lo que uno disfruta, entonces ¿donde la podemos encontrar? Salomón nos sigue diciendo: el significado de la vida…
III. NO SE ENCUENTRA EN LO QUE UNO HACE (TRABAJO) Eclesiastés 2:4-6.
Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas; 5 me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto. 6 Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles. Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.
A. Salomón se metió en varios proyectos de construcción, como el templo, su propio palacio y la edificación de ciudades. Fue un hombre muy responsable en sus obligaciones.
B. Mucha gente se ha refugiado en su profesión o en su trabajo, para ver si en él logra la verdadera felicidad.
C. sin embargo En septiembre de 2009 un hombre millonario de 47 años  con buenos éxitos, próspero, decidió quitarse la vida. Debido a su situación financiera  ¿De qué le sirvió todos sus éxitos y proyectos? De nada; no le dieron satisfacción plena.
D. Salomón fue un hombre próspero. Sin embargo nada de estas cosas le produjeron la verdadera satisfacción. La Biblia nos anima a trabajar, pero nos dice que el trabajo no es el verdadero sentido de la vida.
E. Dentro de los grandes proyectos se encuentra la familia. Hoy más que nunca se ha dado mucho énfasis a la importancia de mantenerla unida. Por supuesto que sigue siendo la basa de nuestra sociedad. Pero mucha gente ha pensado que en ella se encuentra el significado de esta vida. Pero, ¿qué pasa cuando alguien pierde a un ser querido, o inclusive a toda la familia? Muchas personas han perdido toda razón de vivir, inclusive han llegado a desarrollar un resentimiento hacia Dios, por haber perdido a un ser muy querido. De tal manera que aún la familia no representa el máximo sentido y propósito de esta vida. Salomón continúa diciendo que... el significado de la vida.
IV. NO SE ENCUENTRA EN LO QUE UNO TIENE (POSESIONES) Eclesiastés 2:7-9.
7 Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve posesión grande de vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. 8 Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música.(A) 9 Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría.
A. Salomón no encontró la verdadera satisfacción y el significado de la vida en las cosas de las que era dueño, a pesar de que él era un hombre extremadamente rico (1 Reyes 10:14-29).
B. La lotería: ¿Quién no se ha preguntado lo que haría si se   sacara la lotería? ¿Quién no ha soñado con tener mucho más de lo que tiene ahora?
C. El dinero puede comprar medicina/salud; casa/hogar, compañía/amigos; diversión/amistad; comida/apetito; cama/sueño; crucifijo/salvador, Finalmente Salomón llegó a  la conclusión, si el verdadero significado de la vida, no está en, lo que uno sabe, lo que uno disfruta, lo que uno hace, lo que uno tiene  entonces donde está el verdadero significado de la vida. El concluye diciendo...



V. EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA VIDA SE ENCUENTRA EN UNA CORRECTA RELACIÓN CON DIOS. Eclesiastés  12:13
 13 El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre. Juan 10:10.
A. Salomón concluye su búsqueda diciéndonos que el TODO del hombree está en una relación adecuada con Dios, que se evidencia en vivir de acuerdo con sus mandamientos.
B. Sin embargo, el hombre, en su estado natural, no puede agradar a Dios porque su condición de pecador le impide disfrutar de los beneficios de la vida que Jesucristo ofrece. Juan 10:10 (Plan de Salvación)
C. El Nuevo Testamento nos dice dónde se encuentra el verdadero significado de la vida: se encuentra en la persona de Jesucristo. Cuando conocemos a Cristo como nuestro Salvador en realidad llegamos a conocer y disfrutar el significado y propósito de esta vida.
D. Querido amigo por más que busques en otros lugares nunca encontraras el verdadero significado de la vida. Porque esto sólo se encuentra en el Señor Jesús. Jesús te ama y quiere darle el verdadero sentido a tu vida.  Amén. 

La base del éxito.

Hace mucho tiempo, Harold Sherman escribió un libro titulado (¿Cómo convertir el fracaso en éxito?), en el que da un «Código de Persistencia». Si usted se da por vencido muy fácilmente escriba lo que está a continuación y léalo a diario:

1. Nunca me daré por vencido mientras sepa que tengo la razón.
2. Creo que todas las cosas obrarán a mi favor si me sostengo hasta el final.
3. Tendré ánimo y no desmayaré frente a las probabilidades.
4. No permitiré que nadie me intimide ni me separe de mis metas.
5. Lucharé para vencer todos los impedimentos físicos y las contrariedades.
6. Trataré una y otra vez, y todavía una vez más para realizar lo que quiero.
7. Obtendré fe y fortaleza al saber que todos los hombres y mujeres con éxito lucharon contra la derrota y la adversidad.
8. Nunca me rendiré al desaliento o la desesperación no importa con qué obstáculos aparentes me enfrente.

Hay nuevos caminos en este día. Hay nuevos senderos que se abrirán para ti. Pero si dejas que tus ojos se empañen de lágrimas demasiado tiempo, ella te impedirán ver lo que necesitas. Recuerda la base de todo éxito está en poner nuestra confianza en Dios y saber que solo él nos puede llevar al lugar correcto y en el tiempo correcto. En medio del fracaso que encontramos en el camino al éxito, Dios es nuestro socorro.
Deuteronomio 33:29
Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por el Señor, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.
Salmo 63:7
Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Salmo 121:1,2
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor.


evangelismo integral.

Lic. Amílcar López López.
Compartir las buenas noticias es parte de nuestra tarea como creyentes en Jesucristo. Dicha tarea se encuentra en el único y sagrada libro que es la Biblia;  La palabra de Dios manifestada al hombre.
1.- Todos los creyentes en Jesucristo debemos____________________________.
Discípulo tiene como significado de aquel que sigue la enseñanza de otro. O de alguien que comienza con algo nuevo. De allí el mandato de ir en busca de alumnos para convertirlos en seguidor del maestro. Mateo 28:19.
2.- Todo creyente debe _____________________ , a sus alumnos a guardar los mandamientos de Jesús.
Guiar al alumno es una de las tareas fundamentales, que debemos hacer. Esto no es nada fácil pero tampoco imposible. San Mateo 28:20 dice: <<Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén>>
Para realizar esta tarea debemos cumplir algunos requisitos.
3.- Todo creyente tiene la responsabilidad de______________________.
Es interesante saber que Dios nos dio a su Hijo para salvarnos de la condenación eterna. Pero también es extraordinario que nos dejó su palabra; la única regla de fe y práctica el cual nos enseña el camino correcto a seguir.
4.- Según 2 Timoteo 3:16. ¿Qué es lo que nos dice acerca de la Biblia que tenemos en nuestras manos?
v  _________________________________.
v  _________________________________.
v  _________________________________.
v  _________________________________.
v  _________________________________.
5.- El propósito que Dios tiene al darnos su palabra es esto.
v  ________________________________.
v  ________________________________.

Jesús y el modelo que usó para evangelizar. (La mujer samaritana).
I.- Evangelismo Personal.
1.- Supo dialogar con la mujer. (Partiendo de su situación actual.)
 Muchas personas desean escuchar algo nuevo, más allá de las palabras, quieren encontrar un sentido a sus vidas, llenar los vacíos existenciales, satisfacer sus necesidades materiales, saber qué va a pasar después de la muerte, etc. La mayoría de la gente siente un hastío al escuchar mensajes largos, muy elaborados y sin tener cuenta la situación de ellos. Son palabras que no trastocan la existencia del oyente.
2.- Presento el mensaje con claridad.
Este paso es importante tener en cuenta en la evangelización de las personas. Hoy más que nunca hay que presentar el Mensaje del Evangelio de Jesucristo en forma clara, oportuna y que lleve a toda persona a ser confrontada con la palabra de Dios.

II.- Evangelismo Masivo.
1.- Debes hablar sólo de la palabra de Dios. Hay personas que quieren saber solo de la palabra de Dios. En ocasiones se molestan cuando les hablas de ti. Pedro cuando predico ante una multitud no comenzó hablando de sí mismo, sino de lo que dice la Escritura. Hechos 2:16 y 41.
¿Cómo comenzar una charla? Esto es lo más difícil. Comenzar la charla.
Las siguientes preguntas pueden proveer la introducción necesaria:
¿Qué cree usted que se necesita para que una persona sea feliz?
¿Qué cree usted de la vida después de la muerte?
¿Qué se necesita para impartir seguridad a una persona?
Preguntas finales.
1.- ¿Hay algún método eficaz para evangelizar? Juan 16:8

2.- ¿Cual es nuestra responsabilidad según lo que hemos visto? Mateo 28:19-20.

Ilustraciones.


1.- El ladrón convertido.
Moody cuenta el caso de un ladrón llamado Burke, quién leyó en la cárcel un sermón en el diario de la ciudad, cuyo titulo era “El carcelero atrapado”. El título le sugestionó pensando que sería una interesante historia carcelera. Era, naturalmente, la del capítulo 16 de los hechos de los Apóstoles. La pregunta del desesperado guardián de presos le interesó y más la respuesta del apóstol. El mensaje de la salvación llegó a su alma y fue convertido.

Años más tarde Moody visitó a esta “nueva criatura en Cristo”, viéndole rodeado de joyas y valores, pues era nada menos que el guardián de la caja fuerte de un banco.
2.- La obra maestra.
Se cuenta de un escultor qué empezó a trabajar una hermosa pieza de mármol, pero sólo la estropeó por su impericia. Desalentado abandono su trabajo. Finalmente el mutilado bloque de mármol quedo abandonado en el patio del escultor y allí permaneció por mucho tiempo expuesto a la intemperie y medió oculto por las hierbas que crecieron a su alrededor.

Pero un día el famoso Miguel Ángel observó el bloque de mármol y vio lo que valía. Después de adquirirlo del fracasado escultor empezó a trabajar en él, transformándolo en la admirable estatua del joven David con su honda en la mano, en el acto de arrojar la piedra que abatió al gigante Goliat. Tal maravilla de arte fue conseguida de un pedazo de mármol estropeado.

¿Quién puede decir lo que el gran Artista del Universo, el divino Escultor del carácter humano puede hacer del quebrantado e imperfecto corazón que es puesto en sus manos? La cuestión práctica es si se lo permitiremos.
¿Nos dejaremos moldear impasiblemente y sin resistencia por las manos traspasadas que nos compraron al precio de su propia sangre.
3.- Borracho de nacimiento.
Se llamaba Juan, pero se le conocía con el apodo del titulo porque su padre y su madre habían sido tan borrachos como él. Se casó con una mujer buena. Esto le llevaba a reflexionar Haciendo propósitos de enmienda cada vez que estaba sobrio, qué era solamente las quincenas que pasaba en la cárcel.

Un día entró en un salón Del ejército de Salvación y oyó a los que daban testimonio de liberación de sus pecados por la fe en Cristo. Como impulsado por un resorte, se adelanto al banco de los penitentes y clamo a Cristo por perdón y liberación de su vicio. Docenas de veces había hecho tales propósitos llorando, pero al levantarse en esta ocasión, sintió que no era el mismo hombre.

Un día, de fatiga y calor después de incitarle mucho sus antiguos compañeros le arrojaron el vaso rompiéndolo sobre su cabeza. Pero él dio un hermoso ejemplo de humildad cristiana, limpiándose el rostro y pronunciando palabras de perdón. Cristo le había libertado de su genio tanto como de su borrachera.
4.- Reflexión.
El mundo lo hizo Dios y lo dejo en manos de los valientes. 

viernes, 29 de julio de 2011

La Historia de nuestros himnos.



Aurelio Clemente Prudencio (348-413)
En España y Roma durante el Imperio Romano, vivió uno de los primeros poetas cristianos, Aurelio Prudencio. Fue un próspero magistrado y luchó contra la idolatría y los sanguinarios juegos de los gladiadores. A los 57 años se dedicó a escribir libros teológicos e himnos, como el himno “Fruto del amor divino”, que exalta a Jesucristo. Originalmente en Latín, los cristianos han cantado este hermoso canto llano en diversos idiomas por mas de un milenio y medio.
Isaac Watts (1674-1748)
Isaac Watts bien merece el título “Prócer de la himnodia”. Comenzó a escribir poesías a temprana edad, y a los cuatro años aprendió el latín, y siguió con el griego, el francés y el hebreo.
Un día el inquieto niño de cinco años no podía contener la risa, aunque se estaba celebrando un culto solemne. Al demandarle su papá la razón, le explicó que había visto un ratoncito subir por un lazo y al instante se le ocurrió una poesía alusiva. No sospechaba ni el padre ni el niño que esta gran facilidad para escribir versos se convertiría en un ministerio grandemente usado por Dios.
En Inglaterra se acostumbraba cantar solo salmos con música muy lenta. A los 18 años, Watts se quejó de esta situación. Bueno, le contesto su padre, anciano de la iglesia, danos algo mejor. Fue así que escribió el primero de más de 600 himnos y
abrió la puerta al canto congregacional. A pesar de su mala salud, Watts editó tres himnarios y escribió 60 libros sobre diversos temas teológicos y científicos.
Compuso los himnos “Al trono majestuoso”, “Nuestra esperanza y protección”, “Venid, nuestras voces unamos”, “Al mundo paz”, “La cruz excelsa al contemplar” y “A Dios,
naciones, dad loor”
.
Martín Lutero (1483-1546)
El caballero de Erback, en cierta madrugada primaveral, preparaba una emboscada para capturar al reformador Martín Lutero. De pronto su habitación en el mesón fue invadida por una resonante voz que desde el siguiente cuarto entonaba un salmo. El caballero concluyó que el cantante debía ser un capellán, así que decidió pedir su bendición para la campaña contra los “herejes”. Tocó a la puerta y explicó su misión. El hombre le contestó: Si a Lutero buscas no tienes que ir muy lejos. ¡Yo soy Lutero! El caballero no podía creer que un hombre con tal devoción fuera “ hereje”. Le demandó la razón de sus convicciones y habiendo sido persuadido por las pruebas bíblicas, se convirtió en un seguidor de Cristo y defensor del reformador.
Lutero impulsó la música cristiana y promovió el canto congregacional. Se le ha llamado “el padre de la himnodia evangélica”. Escribió varios himnos de los cuales el más conocido es “Castillo fuerte es nuestro Dios”
 La hermosa visión de la cruz.
El destacado poeta guatemalteco, Raúl Mejía González, llegó a ser conocido como el borracho de su pueblo, Chiquimula, debido al vicio del licor. Atormentado por alucinaciones de ser perseguido por el diablo, un día le pareció oír que Satanás le condenaba eternamente y que se encontraba sin esperanza. Su pánico fue tal, que cayó sin fuerzas. Al rato pudo levantarse y corrió a la casa de un misionero evangélico gritando. ¡Socorro! ¡He visto el infierno! Después de leer algunos pasajes de la Biblia y entender el mensaje de salvación, Raúl recibió a Cristo por la fe y su vida fue transformada. Escribió el himno “La hermosa visión” como su testimonio personal.
Charles Wesley (1707–1788)
El penúltimo hijo de una familia de 19 hijos, Charles fue uno de los instrumentos humanos, junto con su hermano, John, que Dios usó para impulsar el Gran Avivamiento que transformó Inglaterra. Su primer intento de evangelizar a una tribu de indígenas en Norteamérica fracasó, pues los hermanos Wesley predicaban, pero realmente no conocían a Dios personalmente. De regreso a su país, se dieron cuenta de su necesidad espiritual durante una reunión de oración y se convirtieron al Señor. De allí en adelante predicaron con fervor, usando la música también para comunicar el mensaje bíblico. Charles fue el autor de más de 6.500 himnos, algunos de los cuales cantamos hoy, tales como “Oh que tuviera”, “Maravilloso es el gran amor”, “Oid un son en alta esfera”, “Cariñoso Salvador” y “Con las nubes viene Cristo”.
William Cowper (1731-1800)
Hace más de 250 años William Cowper nació en Inglaterra. Su padre fue el capellán del Rey Jorge II y su madre era de la familia real. A pesar de esto, la vida del joven Cowper no fue feliz. A la edad de seis años su delicada salud se empeoró con la muerte de su madre. Su padre le obligó a estudiar leyes, pero al enfrentar los exámenes finales sufrió una crisis nerviosa. Intentó suicidarse varias veces: tomó una sobredosis de droga, quiso tirarse de un puente y se abalanzó sobre un cuchillo. Por fin trató de ahorcarse, pero lo rescataron a tiempo y fue internado en un sanatorio.
Allí, William descubrió el capitulo 3 de Romanos, y las palabras, “siendo justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención…que es en Cristo Jesús…por medio de la fe en su sangre”. Entendió que Cristo fue crucificado por él, y recibió el perdón de sus pecados.
Llegó a ser amigo y colaborador del ilustre John Newton y se destacó como uno de los mejores poetas de su época. Hoy se le recuerda por sus grandes himnos entre los que se encuentra “Hay un Precioso Manantial”.

William B. Bradbury (1816-1868)
Este compositor es especialmente conocido por su amor a los niños. A través de su vida se dedicó a formar coros infantiles, hasta de 1.000 voces para alabar a Dios. Siempre muy activo, William fabricaba pianos y logró que se incluyera la música en el programa de las escuelas públicas de su ciudad. Escribió 59 colecciones de cánticos, introduciendo un nuevo estilo sencillo y alegre que Él había conocido en un viaje a Suiza. La música de“Cristo me ama, me ama a mí” es obra de Bradbury. Los niños de todo el mundo lo cantan en diversos idiomas. Entre los músicos es conocido con el título de “China” porque usa sólo 5 notas (Escala Pentatónica), y por lo tanto, el coro ha sido muy apreciado por la niñez de Asia.
Escribió la música para los himnos “Santo, Santo, Grande Eterno Dios”, “Cristo cual pastor”, “Tal como soy”, “Me guía Él, con cuanto amor”, “No te dé temor hablar por Cristo” y “Dulce oración” entre otros.

William Robert Adell (1883-1975)
El joven agricultor laboraba de muy buena voluntad para sostener a su madre. Con el tiempo, llegó a ser maestro albañil y tuvo la oportunidad de servir como misionero en Guatemala junto con su señora.
Dios usó a Roberto para escribir materiales para la escuela dominical y para traducir o componer unos 200 himnos en español, entre ellos “Maravillosa Gracia” y “Oh, amor de Dios”.
Al final de su vida, ya ciego, escribió el siguiente testimonio: “Considero que todo lo que he hecho es muy ordinario, excepto mi servicio para Dios. Con todo, hoy parece ser muy poco. Pero muero consciente de que ‘Por la gracia de Dios soy lo que soy’. En esta transición voy con gozo a su presencia, caminando con mi Salvador a la mansión de mi
Padre celestial”.
Speros D. Athans (1883–1969)
A los quince años de edad, Speros abandonó su hogar en Grecia, ya que su padre había muerto. El joven viajó por varios países y en una sala de inmigraciones le obsequiaron un Nuevo Testamento en griego. Fue el principio de una vida de estudio de la Biblia. Athans llegó a ser muy apreciado en el mundo hispano como profesor, pastor y escritor. Editó el himnario Melodías Evangélicas y tradujo más de 150 cánticos cristianos, entre ellos los himnos “Mi vida di por ti”, “Yo quisiera hablarte del amor de Cristo”, “Qué bella historia” y “Cristo es mi dulce Salvador”.
H.C. (Enrique) Ball (1896 –1989)
Enrique Ball nació en Texas y a los 18 años empezó a trabajar en la obra con hispanos. Al mismo tiempo, traducía sus himnos predilectos al español. En 1916 publicó “Himnos de Gloria”. Este fue el primero de varios himnarios que compiló. Ball solía decir que las traducciones de los himnos le vinieron por la iluminación del Espíritu del Señor. Los himnos “Por fe contemplo redención”, “A los pies de Jesucristo”, “Oh, yo quiero andar con Cristo”, “Soy yo soldado de Jesús”, “Un día Cristo volverá” y “Alabanzas dad a Cristo” fueron traducidos por él.

Yo cantaré de mi Jesucristo.
El famoso músico Philip Bliss viajaba en ferrocarril hacia Chicago con su esposa en el frío invierno de 1876. De repente, al pasar sobre un puente, éste se desplomó y arrojó a los pasajeros al abismo. Bliss logró escaparse por una ventana, pero retornó al carro que ya se consumía por el fuego, para rescatar a su señora. Ambos perecieron, junto con otras 100 personas. En el viaje él había escrito el himno “Yo cantaré de mi Jesucristo” y fue hallado entre los escombros. A los 38 años escribió este último himno, muy usado en las campañas evangelistas de ese entonces; pero su mensaje ha tocado miles de corazones durante más de un siglo.
Arturo Borja Anderson (1887-1983)
Don Arturo fue un hombre de muchos talentos: artista, poeta, alcalde, escritor y pastor. Desde su conversión a la edad de 17 años, sintió una pasión por comunicar la verdad divina. Comenzado en el altiplano guatemalteco; predicó elocuentemente en español, como también en el idioma Cakchiquel. Al trasladarse a la ciudad capital no sólo sirvió en el pastorado, sino que continuó produciendo poemas, diálogos cristianos, dramas navideños e himnos.
Escribió el himno “Con Alegres Corazones” como una muestra de gratitud a Dios por la vida que le dio. Su poesía expresa una gran fe en el Cristo resucitado. Fue llamado a la presencia de Dios a la edad de 95 años.

Cuan grande es Él.
Un soleado día en 1885 el pastor y senador sueco, Carl Boberg, regresaba de una reunión. Se encontraba caminando por el campo cuando súbitamente fue alcanzado por una tormenta veraniega. Al refugiarse entre unos árboles mientras escampara. Boberg, reflexionó en la grandeza de Dios, y así nació “Cuán grande es Él”. Fue traducido al alemán en 1907 y luego llevado a Rusia en 1912, 5 años antes de la Revolución. Un misionero inglés, Stuart K. Hine, lo aprendió en ruso y lo tradujo, agregando la cuarta estrofa en 1948, y luego fue traducido al español en 1958, por un argentino.
La primera y tercera estrofas se basan en el himno original de Boberg, la 2ª nació es Rusia, y la 4ª en Inglaterra. A través de 70 años y 5 idiomas nos ha llegado este majestuoso himno que une los corazones del pueblo de Dios, sin fronteras, para alabar al Creador Omnipotente.
Hay un Canto Nuevo en mi Ser.
Sin sospechar que estaban en víspera de una tragedia, el joven predicador llegó con su familia a la casa de sus suegros, pues iba a predicar en una campaña evangelística en ese pueblo.
La reunión familiar fue gozosa y sus hijos jugaron felices con sus abuelos. En la noche todos sea acostaron cansados. Más tarde un vecino se despertó y vio la
casa envuelta en llamas. Corrió al rescate, pero sólo salieron con vida el padre con los abuelos. Pese a los esfuerzos, la madre con sus tres hijos murieron asfixiados. El viudo Luther Bridgers, no pudo comprender tan terrible pena, pero se afianzó en las promesas de Dios en la Biblia. El Señor le dio un cántico en la noche oscura de su duelo y la verdad del salmo 42 se refleja en el himno “Hay un canto nuevo en mi ser.” Además de escribir varios himnos, Bridgers también le sirvió al Señor como misionero en Bélgica, Checoslovaquia y Rusia.
Oh, pueblecito de Belén.
En la Navidad de 1865, un joven ministro se encontraba en los cerros de Israel donde se cree que los ángeles dieron la grata noticia a los pastores. La experiencia conmovedora de esa noche inspiró a Phillips Brooks a escribir “Oh, pueblecito de Belén” para los niños de su congregación. El organista de su iglesia compuso la música
para este himno, el cual ha llegado a ser uno de los predilectos para la época navideña.
Juan Bautista Cabrera (1837-1916)
Desde su infancia, Juan Bautista Cabrera sentía gran sed espiritual, y a los dieciséis años ingresó a una orden religiosa. Estudiaba la Biblia en secreto, pues era prohibido en esa época en España. Huyó a Gibraltar donde recibió a Cristo como Salvador personal, a su amigo y eterno bien, como dice el himno que tradujo “Cuan Dulce el Nombre de Jesús.” Con gran gozo y paz regresó a España para compartir su fe por medio de revistas, la predicación y la música. Mientras organizaba iglesias, también publicaba himnarios y daba clases de canto. Se radicó en Madrid, donde ocupó importantes cargos de liderazgo en la obra evangélica. Sin embargo, hizo su contribución mayor en el área de la himnodia cristiana, ya que sus himnos han sido de bendición para un sin número de creyentes.
Cabrera aparece como el compositor o traductor de muchos himnos. Tradujo los himnos “Santo, Santo, Santo”, “Castillo Fuerte”, “Al trono majestuoso”, “Venid fieles todos”, “El Señor resucitó”, “A Jesucristo ven sin tardar”, “De la Iglesia el
fundamento”, “Grato es decir la historia”, “Dulce Oración” y “Firmes y Adelante”
 entre otros y escribió la letra de “Nunca Dios mío”, “Suenen dulces himnos”, “Gloria a Dios en las Alturas”, “Amémonos, hermanos” y “Supremo Dios”.
Pedro Castro Iriarte (1840–1887)
El joven trabajaba como cajista en una imprenta cuando llegó un pedido de imprimir los primeros folletos evangélicos en Madrid. Mientras armaba cada frase, letra por letra, el mensaje de la literatura le llamó la atención a Pedro Castro. Por ese tiempo Antonio Carrasco y dos ingleses empezaron a tener reuniones evangelísticas en la imprenta todas las mañanas. Contestaron las inquietudes del joven con respuestas bíblicas. Así, Pedro conoció el Evangelio y empezó una vida de servicio al Señor. Fue un hombre de letras, pasando del oficio de imprenta a ser un escritor y poeta muy respetado. Produjo abundante prosa y poesía, y sus bellos cuentos para niños tienen la calidad de los clásicos. Fue, además, autor y traductor de mucho himnos favoritos en España y las Américas. Tradujo el himno “Santa Cena” y Compuso los himnos “Despertad” y “Pecador, ven a Cristo Jesús”Sirvió fielmente como pastor durante una época difícil de persecución y revolución. Dios lo usó para organizar la primera iglesia en Valladolid y nuevas congregaciones en Madrid.
Alfredo Colom M. (1904-1971)
Prolifero autor de himnos y poemas, Alfredo Colom nació en Quezaltenango, Guatemala, en 1904. Llegó a ocupar un cargo de servicio público, pero el vicio del licor arruinó su vida. Iba camino a suicidarse cuando un creyente indígena le regaló un Nuevo Testamento y se convirtió a Cristo en 1922. 20 años más tarde se entregó al servicio del Señor y empezó el ministerio de música y evangelización que le llevó a todo el continente. Trabajó varios años con la Radio HCJB y compuso algunos de los himnos latinoamericanos más amados, entre ellos “Por la mañana”, “Gloria a tu nombre”, “Jesús es la roca”, “De tu cántaro dame”, “Pies divinos”, “La visión de la cruz”, “Manos cariñosas”, “Ven a los pies de Jesús”, “Canten con alegría”, “Los que esperan en Jehová”, “Yo no quiero pecar”, “Los que con lágrimas”, “¿Has oído Señor?”, “A la victoria Jesús nos llama”, “Proclamad juventud redimida” y “América será para Cristo”.
Él narró la creación del Himno “Por la mañana yo dirijo mi alabanza” de la siguiente forma: “Una mañana al despertar, mirando el maravilloso espectáculo de la salida del sol por la Avenida Bolívar en la ciudad capital de Guatemala, no pude menos que prorrumpir en alabanzas a Dios por todos sus beneficios. Así me fue inspirada la primera parte del himno. En otra ocasión, mientras me deleitaba en la caída de la tarde, noté que mientras el sol se iba perdiendo en el ocaso, las tinieblas estaban llenando el firmamento. Y dije: Sí, el sol se está ocultando, pero mi amado Redentor continúa llenando mi corazón con su grata presencia. Y en el acto mismo, me vino la inspiración de la segunda estrofa del himno.”
Fanny J. Crosby (1820-1915)
La abuela mecía a su pequeña nieta, prometiéndole ser sus “ojos”. La recién nacida había quedado ciega como resultado de una receta médica equivocada. En el regazo de su abuelita, Fanny aprendió de memoria muchos libros de la Biblia. Le entregó su vida a Cristo a los 31 años. Después, con todo el conocimiento bíblico que tenía, escribió unos 9.000 himnos.
Siempre oraba al Señor pidiéndole su dirección antes de escribir cualquier himno, pero un día no encontraba las palabras para cierta composición musical que le habían asignado. De repente se acordó que no había orado y se arrodilló para encomendarle el asunto a Dios. El resultado feliz de la oración fue que Fanny pudo dictarle a su secretaria todas las estrofas del himno “Lejos de mi Padre Dios”.
En cierta ocasión, alguien quiso consolarla por la tragedia de ser ciega. Ella respondió que no se lamentaba, pues al llegar al cielo el primer rostro que vería sería el de su Salvador.
Compuso la letra de los himnos “Santo, Santo, grande eterno Dios”, “Alabad al gran Rey”, “Dime la historia de Cristo”, “Con voz benigna te llama Jesús”, “Comprado con sangre por Cristo”, “Un gran Salvador es Jesús”, “En Jesucristo mártir de paz”, “Cristo es guía de mi vida”, “Dejo el mundo y sigo a Cristo”, “No te de temor hablar por Cristo”, “Avívanos Señor” y “Yo podré reconocerle” entre otros.
Juan N. de los Santos (1876–1944)
Juan Nepomuceno amaba mucho los salmos de la Biblia. Al leerlos, recordaba que David, Moisés y Salomón habían cantado esas porciones de las Escrituras junto con el pueblo de Dios. Como pastor, Juan anhelaba que su iglesia también cantara la Palabra del Señor, de modo que empezó a componer música para salmos métricos.
Colaboró en la compilación de varias colecciones, incluyendo Cantos Bíblicos, un himnario usado en México por varias décadas. Además tradujo más de mil himnos y fue autor de otros como es el caso del himno “Gracias dad a Jesucristo”.
Raúl Echeverría M. (1905-1981)
El pastor y educador guatemalteco Raúl Echeverría se gozaba al ver el adelanto de su nueva iglesia. Dios les había permitido muchos triunfos, incluyendo el haber ganado un concurso internacional de asistencia a la escuela dominical. A fin de expresar su gratitud al Señor, Raúl compuso varios poemas e himnos para usarse en las ocasiones especiales de su iglesia, entre ellos “Un año más” y “Mi iglesia querida”. Su pluma ágil también produjo numerosos tratados y varios libros.
Tú dejaste tu trono
Se aproximaba la Nochebuena y el pastor buscaba algo especial para las festividades en la iglesia. ¿Cuál no sería su gozo al saber que su hija, Emily, había escrito una poesía para la ocasión? basada en Lucas 2:7 “...no había lugar para ellos en el mesón” , la poesía llegó a ser el himno, “Tú dejaste tu trono”. Al tomar la pluma y el papel, Emily no se imaginaba que algún día sus versos serían “especiales” también en la celebración navideña en docenas de países. Así como ella, hoy día nosotros podemos escribir versos a Jesús.
Fritz “ Federico” Fliedner (1845–1901)
Federico usó muchos medios para compartir el amor del Señor. Uno de los primeros misioneros evangélicos de Alemania. Llegó a Madrid en 1870 y trabajó incansablemente entre las iglesias. Fue director de un orfanato y un instituto bíblico, y fundó diez escuelas primarias.
Trató de unir las nuevas congregaciones del país y logró que muchas se afiliaran como la iglesia Evangélica Española. También dirigió una casa editorial que publica libros, tratados e himnarios, y fundó dos revistas. Tradujo varios himnos entre ellos “Alma bendice”“De boca y corazón”, “Oh santísimo” y “Oíd un son en alta esfera” y “Noche de Paz”. A pesar de sus múltiples actividades no descuidó a la familia, y sus tres hijos continuaron su obra.
Tomás García (?– 1906 )
Como pastor mexicano del estado de Puebla, Tomás fue muy activo en la obra, atendiendo a varias congregaciones. Al igual que su compañero de estudios, Vicente Mendoza compuso y tradujo himnos. Siendo aún joven, fue asesinado por un drogadicto. Moribundo, llamó a los ancianos de su iglesia y los exhortó a ser fieles a Cristo. Así entró a la presencia de Jesús su Señor, su “gloria eterna”, como expresa el coro del himno “Lejos de mi Padre Dios”, himno que tradujo Tomás.
Leandro Garza Mora (1854-1938)
Experiencias amargas marcaron la niñez y juventud de Leandro Garza. Tenía solo cinco años cuando su padre falleció, obligando a su madre a sostener la familia. Pasaron por penurias y problemas. Cuando al fin ella volvió a casarse, el joven Leandro se disgustó. Se fue de la casa y cayó en malas costumbres. Con el tiempo regresó y la familia entabló amistad con unos misioneros evangélicos. Recibieron el mensaje de salvación y Garza ayudó a establecer una iglesia en su pueblo, Matamoros, México. Llegó a ser pastor y traductor de himnos, sirviendo al Señor durante 70 años. Tradujo el himno“ Oh qué amigo nos es Cristo”
Pedro Grado Valdés (1862–1923)
Durante sus estudios de derecho, Pedro Grado se dio cuenta de la falta de pastores en México. Se dedicó al pastorado, a la vez que ayudaba a la gente de escasos recursos con sus problemas legales. Como resultado de su ministerio, muchos llegaron a conocer a Cristo como Salvador personal, entre ellos, personas de “alto nivel social”. Debido a esto se desató una persecución intensa en contra de Pedro. Sufrió varios atentados en contra su vida, incluso por veneno. El Señor lo libro de los peligros y el valiente y fiel pastor expresó su agradecimiento en las palabras de unos himnos, publicados en sus Pequeña Colección. Es conocido por su traducción de favoritos tales como “Dulce Comunión”, “En la cruz”, “Anhelo trabajar” y “Estoy bien” y “Cuando andemos con Dios”.
Noche de paz
Todo comenzó una tarde de Nochebuena en Austria. José Mohr había pasado horas escribiendo en el pequeño despacho de su iglesia desde que el organista le había avisado que el órgano se encontraba fuera de servicio.
Por fin llevó el papel al músico, Franz Grüber, quien exclamó, ¡Pastor Mohr, son las palabras perfectas! En poco tiempo Grüber les agregó una sencilla melodía y juntos pudieron entregar su“ regalo Navidad ” a la pequeña congregación; cantando el nuevo villancico acompañados con la guitarra de Grüber.
Los años pasaron con la partitura guardada en el asiento del órgano, hasta que un día lo descubrió un técnico que afinaba el órgano de Oberndorf. Él quedó encantado con el villancico y lo llevó a otros pueblos. Por fin el emperador Federico Wilhelm IV lo escuchó, y tanto se entusiasmó que ordenó que se cantara en todas las iglesias del imperio ese año. Desde entonces, no ha sido necesario ningún edicto para que “Noche de Paz ” sea cantado en el mundo entero.
Grato es decir la historia.
La autora de este conocido himno es Catherin Hankey, hija de un acaudalado banquero inglés. Desde temprana edad ella demostró un celo por compartir las Buenas Nuevas. Llegó a organizar clases de escuela dominical en varios barrios de Londres, tanto para gente obrera como para personas de alta posición social. Un viaje al continente africano despertó en ella un gran amor por la obra misionera. A los 30 años de edad se enfermó gravemente, y durante su recuperación escribió un largo poema sobre la vida de Cristo. Su profundo amor por el mensaje de la Biblia se refleja en el himno que surgió de dicho poema: “Grato es decir la historia”.
Que mi vida entera esté.
Hija de una distinguida familia inglesa, Frances Harvergal usó sus talentos como lingüista, poetisa y compositora para la gloria del Señor. Se deleitaba en la oración, la adoración a Dios y la lectura de la Biblia. A temprana edad sabía de memoria los salmos, los libros de los profetas menores, Isaías y casi todo el Nuevo Testamento. Compuso varios bellos himnos como “Mi vida di” y “Que mi vida”. Este último fue escrito durante una velada de oración y alabanza cuando se regocijaba por la conversión de unos amigos. Más tarde añadió otra estrofa, expresando el amor que sentía por el Señor al ofrendar 50 de sus 52 atesoradas joyas para llenar una necesidad en la obra misionera. La estrofa dice: “Toma tú mi amor que hoy a tus pies vengo a poner; toma todo lo que soy”. Para Frances, el dar su corazón a Dios incluida la entrega gozosa de sus pies, manos, voz, tiempo y voluntad de su vida entera.
Santo, Santo, Santo.
Se ha dicho que es el himno más hermoso y majestuoso de todos los tiempos y que hasta en el cielo se seguirá cantando. Por cierto, los cuatro seres descritos en Apocalipsis 4:8 permanentemente pronuncian: “Santo, Santo, Santo”. El nombre de la tonada viene del Concilio de Nicea, donde 318 delegados se reunieron en el año 325 para afirmar la sublime verdad revelada en la Biblia, que Dios existe en tres personas. Los delegados en su mayoría habían sido torturados por su fe en Cristo. El credo que redactaron permanece como un baluarte de esta doctrina fundamental. El autor del himno, Reginaldo Heber, misionero inglés, murió sirviendo al Señor en la India. A las voces de estos hombres convencidos y valientes, unamos las nuestras cantando “¡Santo!, ¡Santo!, ¡ Santo!"
Arcadio Hidalgo Sánchez (1918-1990)
La vida de Arcadio reflejó el gozo en el Señor a pesar de sufrir un defecto físico que le dejó con una cojera marcada. Esta condición no le impedía caminar muchos kilómetros, a veces por trochas llenas de fango, para evangelizar en apartadas regiones de Costa Rica. Cantaba y declamaba su extenso repertorio con gran gusto y amenizaba actividades sociales con juegos y chistes. También se le recuerda con aprecio por sus himnos y poesías; una de estas es “En este mundo de misterio”.
William J. Kirkpatrick (1838-1921)
Desde muy joven William sintió vocación por la música, y a los veintiún años de edad ya había editado su primera colección de himnos. Sin embargo, no fue sino hasta cumplir los cuarenta años que pudo dedicarle todo su tiempo a la profesión musical. Tuvo que prestar servicio militar, y luego trabajó como carpintero, y abrió una mueblería.
Seguramente cantaba mientras pulía madera, y las melodías que compuso a lo largo de su vida han perdurado como favoritas. Compuso la música de los himnos “Al rústico pesebre”, “El fiel Consolador”, “La Palabra del Señor”, “Nuestra vida acabará” al cual también es autor de la letra, “Comprado con sangre por Cristo”, “Un gran Salvador es Jesús”, “Mi fe descansa en Jesús”, “Cuán dulce es confiar en Cristo”, “Que mi vida entera esté” y “Rey de mi vida”. Falleció mientras escribía la segunda estrofa de un himno que habla de confiar solamente en Jesús para la salvación.
Eugenio Jordán (1920-1990)
Eugenio y sus nueve hermanos crecieron en el mundo de las bellas artes. Él optó por dedicarse al violín y a la marimba.
A los veinte años estaba tocando en una banda de jazz, sin interés en nada espiritual. Sin embargo, aceptó la invitación de asistir a una reunión en una iglesia y como consecuencia, Dios lo transformó. Eugenio entendió inmediatamente que el Señor lo estaba llamando a ser misionero. Él resistía el llamado, pues había nacido con un defecto que le dificultaba hablar. Pero al ver la respuesta de Dios a Moisés en Exodo 3:4 y 4:10-12, Eugenio dijo: “Heme aquí, Señor”. Fue el comienzo de una vida de ministerio junto con su esposa, Ruth. Este se extendió por varios países, mayormente con la emisora HCJB en el Ecuador. Se les recuerda por su deseo de glorificar al Señor con su música, compartiendo las Buenas Nuevas gozosamente.

Arregló la música de los himnos “Celebremos su gloria”, “Jesús es la roca de mi salvación” y “Oh, que inmenso amor”.
Vicente Mendoza P. (1875-1955)
Hijo de un tipógrafo evangélico, Vicente empezó a trabajar en las imprentas desde los once años. Más tarde decidió asistir a un instituto bíblico, y después sirvió al Señor como pastor itinerante en el Estado de Puebla, México.
Desde sus días de estudiante había comenzado a traducir himnos al español y a escribir la música y letra para otros, hasta llegar a tener más de 300. Publicó el himnario, Himnos Selectos, en 10 ediciones.É l contó que su himno, “Jesús es mi Rey soberano”, fue inspirado durante un fuerte aguacero. Como no pudo salir a la calle, empezó a tocar el piano. Pensando en la maravillosa verdad que Jesucristo es a la vez Rey soberano y amigo anhelando, trazó las líneas del precioso himno, y lo terminó ese mismo día. Llegó a ser profesor de un seminario evangélico y ayudó en la obra del Señor con verdadero gozo hasta la edad de 80 años.
Tradujo los himnos “Loor a ti”, “Maestro se encrespan las aguas”, “El fiel Consolador”,“ Santo Espíritu controla”, “¡Cuán firme cimiento!”, “Todas las promesas”, “Cuán glorioso es el cambio”, “A su Nombre gloria”, “Del santo amor de Cristo”, “¡Cuán dulce es confiar en Cristo!”, “Que mi vida entera esté”, “Dejo al mundo y sigo a Cristo”, “A solas al huerto yo voy”, “En presencia estar de Cristo”, “Gloria sin fin” y “Después de haber tenido aquí” y compuso los himnos “Oh padre, eterno Dios” y “Mensajeros del Maestro”.
A solas al huerto yo voy.
El fotógrafo, Agustín Miles, relató: La Biblia se abrió a mi pasaje favorito, Juan 20: el encuentro de Jesús y María Magdalena. Allí en el huerto, aquel domingo de la resurrección, ella cayó de rodillas ante el Señor. Mientras yo leía sentí como si hubiese estado presente en aquel jardín. La porción le hizo tal impacto a Miles, que pronto comenzó a escribir una poesía. Luego le agregó música con la misma facilidad. La experiencia de adoración y comunión se repite a diario en la vida de toda persona que conoce al Cristo resucitado. También podemos “oír su voz” diciéndonos que somos suyos. Esa comunicación nos llega por medio de la Palabra escrita de Dios, la cual nos llena de paz.
Del santo amor de Cristo.
El hijo de la señora Lelia N. de Morris se preocupó al darse cuenta de que su madre se estaba quedando ciega. Mientras atendía su hogar, ella siempre tenía papel y lápiz en la cocina para anotar las palabras de nuevos himnos. Como la vista ya le fallaba, su hijo le construyó un pizarrón de 9 metros de largo en el cual ella podía trazar notas y letras muy grandes.En 1914 Lelia quedó completamente ciega, pero esa difícil circunstancia no le apagó su gozo en el Señor, ni se deseo de servirle. Siguió colaborando en la obra de su iglesia y fue una esposa y madre ejemplar. Le gustaba hablar acerca del santo amor de Cristo, y esto llegó a ser el título de uno de sus himnos más apreciados “Del santo amor de Cristo”. El coro dice “Rico e inefable, nada es comparable al amor de mi Jesús”. Aún cuando empezó a escribir hasta los treinta años de edad, nos dejó más de mil himnos que nos animan a seguir a Cristo con valor, sin desmayar en medio de los conflictos y contratiempos como el himno “¡A combatir!” que también fue escrito por ella.
Sublime Gracia
El autor “Sublime Gracia” sabia de qué escribía. Solo la gracia divina lo pudo cambiar de un hombre duro y degenerado a un siervo útil de Dios. John Newton perdió a su madre piadosa cuando era niño y no siguió su ejemplo de fe. Comenzó una vida de marinero a los once años, y con el tiempo, se dedicó a transportar esclavos del Africa. Cayó en una situación desesperante debido a los vicios, y en varias ocasiones Dios le libró milagrosamente de peligros. A pesar de ello, Newton seguía resistiendo el
llamado del Señor. Por fin, después de casi naufragar en una tempestad, se convirtió y su vida cambió radicalmente. Llegó a ser pastor, y escribió este himno como testimonio de la asombrosa gracia de Dios demostrada en su vida.
Isabel G.V. de Rodríguez (1894–1975)
Una gran educadora y oradora de Montevideo, Isabel González Vásquez de Rodríguez sirvió fielmente al Señor al lado de su esposo, el pastor Gabino Rodríguez. Ellos trabajaron en Uruguay y Argentina, donde Isabel ayudó a establecer sociedades femeninas en las iglesias. Enfocó su vida en la lucha contra el alcoholismo y demás vicios. También se esforzó por la educación en el hogar. Escribió algunos libros y varios himnos, entre ellos “Este templo” y “Oración de Matrimonio”.
Carolina Sandell Berg (1832-1903)
A los doce años Carolina se quedó paralítica. Los médicos la desahuciaron, pero Dios la sanó milagrosamente. Agradecida con el Señor, escribió sus primeros himnos, entre ellos el “Nuestro Dios y Padre Eterno”. La tragedia no la había abandonado. A la edad de 26 años navegaba con su padre, un fiel pastor, en un lago de Suecia. Las olas sacudieron violentamente la nave y su padre cayó en las profundas aguas, ahogándose ante los ojos atónitos de Carolina. Su consuelo vino de nuevo por la Palabra de Dios, y lo expresó en muchos hermosos himnos. Además, redactó una colección anual de poesías, devocionales e historias. Entre ellas se halla el cuento de un reloj cuyo péndulo se quejó de tener que oscilar 86,400 veces al día. Una de las manecillas le sugirió que pensara en hacer una sola oscilación en vez de miles. El péndulo se percató de la sabiduría del consejo y reinició su trabajo de marcapasos.
Carolina expresó esa verdad en el himno “Día en día”, que es el más popular de los 650 himnos que escribiera la poetisa sueca.
Roberto C. Savage (1914-1987)
Roberto Savage sirvió como misionero en Colombia antes de trasladarse a Quito, Ecuador. Allí trabajó durante 25 años en la radio HCJB como locutor, escritor, promotor y administrador. Se le recuerda por su sonrisa y entusiasmo. Recolectó himnos y coros, muchos de ellos inéditos, y compiló 15 cancioneros evangélicos de la serie “Adelante Juventud”. En estos se dieron a conocer las composiciones de personas como Alfredo Colom y Juan Isáis. Quizá su obra mayor fue la publicación de himnos de Fe y Alabanza, en 1966. Durante todo su ministerio trató de estimular la creación de nueva música cristiana latinoamericana. Entre los varios himnos que tradujo al español se encuentra“Alabad al gran Rey”.
Tradujo y/o arregló los himnos “Oh ven, bendito Emanuel”, “Venid Pastores”, “Hoy es Navidad”, “Grande amor, sublime eterno”, “La mujer samaritana”, “Jesús el buen Pastor”, “Gloria a tu nombre”, “Tierra bendita y divina”, “Fue de Dios la santa voluntad”, “Manos cariñosas”, “Yo vivo Señor”, “Hay una senda que el mundo no conoce”, “Me salvó, me perdonó”, “Canten con alegría”, “Los que esperan en Jehová”, “Si fui motivo de dolor”, “La vid y los pámpanos”, “Cautívame Señor”, “He decidido seguir a Cristo”, “Firme estaré”, “Después de la tormenta”, “Nuevas alegres para decirles”,“¿ Has oído, Señor?”, “Gloria, gloria, aleluya”, “A la victoria Jesús nos llama”, “Viene otra vez”, “Cuán gloriosa será la mañana”, “Más allá del sol”, “Jesús me ama”,“ Proclamad juventud redimida” y “América será para Cristo”. Compuso además los himnos “Resucitó Jesús” y “Yo quiero vencer”.
Loores dad a Cristo el Rey
En la India un pastor viajaba en cierta ocasión para predicar por primera vez a una tribu indígena. ¡Cuál no sería su asombro al encontrarse de repente rodeado por guerreros que le apuntaban con sus flechas y lanzas! No sabiendo más qué hacer, abrió el estuche de su violín y comenzó a tocar y cantar “Loores dad a Cristo el Rey”. Al cantar la cuarta estrofa, Robert Scott se dio cuenta que los guerreros habían bajado sus peligrosas armas y se acercaban amistosamente. Le recibieron en la tribu donde pronto aceptaron también el mensaje de salvación. Tienen así derecho de estar un día“ con los que estarán del trono en derredor”, de todas naciones , tribus, pueblos, y lenguas, cantando por la eternidad a Cristo el Salvador.
George P. Simmonds (1890-1991)
A los cuatro años, Jorge ya cantaba himnos con gran devoción y entusiasmo. Cuando tenía diez años sintió el llamado a ser misionero. Conservó su amor al Señor y por la música a lo largo de su vida. Tan es así, que después de cumplir los cien años de edad aún cantaba solos en grandes reuniones, y por televisión. Empezó su obra como misionero, juntamente con su esposa, Nessie, en el Ecuador. Luego exploró el área del Amazonas y cruzó el continente. Colaboró en la compilación de “Himnos de la Vida Cristiana”. También trabajó con las Sociedades Bíblicas en varios países sudamericanos. Después sirvió como pastor de unas iglesias hispanas en los Estados Unidos de América. Fue un prolifero traductor de 800 himnos y cantos corales. Usó algunos seudónimos como G. Paúl S. y J. Pablo Simón. Tradujo los himnos “Al Dios de Abraham, loor”, “Jubilosos te adoramos”, “Angeles cantando están”, “Oh Cristo, nuestra Roca aquí”, “Cristo cual pastor”, “Gracia admirable”, “Dime la historia de Cristo”, “Cabeza ensangrentada”, “Junto a la cruz de
Cristo”, “Un día”, “La tumba le encerró”, “Al Cristo vivo sirvo”, “Oh Verbo encarnado”,“ Años mi alma en vanidad vivió”, “Oh Cristo, yo te amo”, “Cristo es Guía de mi vida”, 
“Rey de mi vida”, “Sale a la lucha”, “Pudiera bien ser”, “Yo podré reconocerle”, “Honor a las madres” y “Tu pueblo jubiloso” y compuso el himno “Los que somos bautizados”.
Enrique S. Turrall (1867-1953)
Desde el comienzo de su ministerio en España, don Enrique se dio cuenta de la gran necesidad de tener himnos que expresaran las experiencias emocionales de la vida, tales como el arrepentimiento, el gozo, los conflictos y el amor. Escribió y tradujo himnos para funerales, bodas y otras ocasiones especiales. La colección aumentó hasta merecerse ser publicada como el himnario, Cánticos Evangélicos. Además de sus himnos, Turrall nos ha dejado el reto de llenar vacíos con música nueva que glorifique al Señor. Compuso los himnos “La Palabra del Señor predicar”, “Del amor divino”, “Engrandecido sea Dios” y “Bienvenido” y tradujo los himnos “Nuestra vida acabará”, “Jehová es mi Pastor”, “Siempre conmigo está”, “Avívanos, Señor”, “En las aguas de la muerte”, “¡A combatir!”, “¡Adelante con valor!”, “¿Soy yo soldado de Jesús?”.
Berta Westrup de Velasco (1883-1959)
Las dulces voces de las hermanas en la fe cantan, “Las mujeres cristianas trabajan”. Muchas sociedades femeniles agradecen a la hermana Berta la letra de su himno lema, que habla del trabajo tenaz como expresión de la fe. Ella dedicó su vida a la docencia, con magníficos resultados. Centenares de niños estudiaron en su escuela en San Simón México D.F., y los padres de familia asistieron a sus reuniones de orientación para mejorar el hogar. Los alumnos disfrutaron de clases interesantes cultivaron parcelas, participaron en dramas con moralejas, aprendieron a hacer pozos artesianos y otras cosas prácticas. Doña Berta fue muy respetada, y una calle en Monterrey fue nombrada en honor a ella. Recientemente se ha publicado un libro acerca de la familia Velasco Westrup. Entre ellos hubo varios autores de himnos, como también educadores y pastores, incluyendo al esposo de doña Berta. Se les recuerda por su deseo de comunicar el amor de Cristo sin contemplar las barreras sociales.
Epigmenio Velasco Urda (1880-1940)
La música formó parte de la vida de Epigmenio desde la niñez, ya que tocaba en la estudiantina de la familia. Fue muy conocido en la Ciudad de México como director de coros, tan es así, que sus amigos le llamaban: “El campeón de los coros”. Trabajó como educador, pastor, poeta, compositor y periodista, pero su mayor gozo fue entusiasmar a los grupos corales en su alabanza a Dios. Tradujo, entre otros, el himno Me guía él y compuso el himno “Nuestra fortaleza”.
Tomas M. Westrup (1837-1909)
Hace más de un siglo la familia Westrup salió de Londres y se radicó en México, cuando Tomás cumplía apenas quince años. Construyeron un molino para elaborar harina de pan; pero hoy se recuerdan porque llegaron a conocer el “pan espiritual” de que habla Cristo en Mateo 4:4. En Monterrey entendieron el mensaje de la Biblia, y pronto cada uno pudo testificar: “Ya pertenezco sólo a ti, Cordero de Dios, heme aquí”. Son las palabras del himno “Tal como soy”, que Tomás tradujo del inglés. Tanto él como su hijo, Enrique, fueron usados por Dios para escribir y traducir centenares de himnos. Consiguieron una imprenta y publicaron libros, tratados y un himnario de tres volúmenes: Incienso Cristiano. Tradujo los himnos “Cariñoso Salvador”, “Loores dad a Cristo el Rey”, “Con voz benigna”, “Fuente de la vida eterna”, “Tentado no cedas”, “No te dé temor”, “Roca de la eternidad” y compuso la letra del himno “Dicha grande es la del hombre”.