sábado, 22 de octubre de 2011

La carrera cristiana.

Hebreos 12: 1-2.
INTRODUCCIÓN: Es interesante que este pasaje después de los ejemplos que nos ha presentado en el capítulo anterior, donde nos hace referencia a los grandes héroes de la fe, como continuación de este nos hace una exhortación a continuar en la carrera que tenemos por delante.
PROPOSICIÓN: Como Creyentes somos llamados a continuar con valentía en la carrera cristiana.
O.I. ¿Cómo debemos de continuar nuestra carrera?
O.T. Los versículos 1 y 2 de este capítulo nos muestran por los menos cinco imperativos que el creyente tiene que seguir para continuar en la carrera cristiana.

1.   El creyente debe seguir el ejemplo de aquellos hombres fieles que le han precedido. “Nosotros también (V. 1)
Ese nosotros también, es muy significativo.
“Así como de las personas de las cuales hemos estado hablando... Nosotros también.
“No nos limitemos a ponderar lo que ellos fueron: Nosotros también seamos...” “No nos limitemos a ponderar o aplaudir lo que ellos hicieron, nosotros también hagamos”
La vida heroica y servicial, el testimonio ejemplar que ellos dejaron, nosotros también lo debemos de dar y dejar.
2.   El creyente debe ser ejemplo de los que le rodean.
(“Teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos” V.1) Derredor nuestro
La idea es tomada de los anfiteatros y estadios antiguos, donde se celebraban los juegos olímpicos. Estos estadios eran de forma circular, de tal manera que hacia donde quiera que los que competían volteaban, se encontraban con personas que los estaban mirando.
Esa es la vida del cristiano rodeado de personas que presencian su vida, gentes que conocen bien tu vida.
Dios es el testigo de nuestras vidas
Nuestra familia es testigo.
La Iglesia a la cual pertenecemos.
El vecindario.
La sociedad de la cual formamos parte.
Pero lo mas importantes y de lo que nos habla el autor de Hebreos son de aquellos Héroes de la fe, Testigos de la fe verdadera, hombres que no les importo ofrendar su vida con el fin de que Cristo sea exaltado. Hombres que vivieron la vida espiritual en plenitud, la vida espiritual honesta, hombres que nos mostraron que es posible la victoria.

3.   El creyente debe desembarazarse de todo lo que le impide seguir en la carrera. (“despojemos de todo peso y del pecado” V.1)
La figura es tomada nuevamente de los juegos atléticos griegos, una de las competencias principales eran las carreras de velocidad, en estas los competidores hacían dos cosas: primero reducían de peso para estar más ligeros, se sometían a dietas y a ejercicios para estar mas livianos y segundo se quitaban los mantos y las túnicas para no enredarse en ellas.
Este acto de despojamiento, de quitarse de encima lo que nos estorba, es el principio del progreso espiritual.
Nadie puede cultivar lo bueno, lo grande, lo santo, lo digno, a menos que se desembarace de lo malo, lo indigno, lo bajo.
Se han preguntado porque muchas veces la iglesia no crece. Tal vez porque estamos cargando con el lastre o peso  del pecado, con el lastre de los malos ejemplos, con el lastre de lo impuro. Cuando estemos dispuestos a dejar todo aquellos que no agrada a Dios entonces vendrá la victoria para la  iglesia.
4.   El creyente debe seguir con paciencia la carrera que tiene por delante.
“Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” V.1
La vida cristiana no es un paseo, no es un viaje de turismo, no es una vacación. Es una carrera que implica esfuerzo y dedicación.
(Ilustración: La paciencia que puede correr)
Si queremos lograr llegar a la meta que nos hemos propuesto como iglesia tenemos que saber que como en las carreras.
Solo hay una pista de la cual no te puedes desviar.
Solo hay una meta a la cual todos tienen que dirigirse.
Solo hay una corona para el vencedor.
Así que como nos dice Pablo en 1ª Corintios 9: 24 Corred de tal manera que obtengáis el premio.
5.   El creyente debe seguir hacia la única meta que tiene por delante.
“puesto los ojos en Jesús” V. 2
En esto consiste la vida cristiana, esto es el todo de la vida espiritual: una relación estrecha con Jesús, un “estarlo viendo siempre”
Que nunca desaparezca de nuestras vidas la soberanía y el señorío de Cristo.
Que nuestro Lema nunca se nos olvide, el propósito por el cual hemos sido llamados.
Que todo lo que planeen hacer, que todo lo que realicen cumpla con este propósito. Glorificar a Dios.
Porque al igual que Pedro que cuando dejo de mirar a Jesús, se hundió en las aguas. De la misma manera la iglesia  se hunde cuando nuestra meta cambia y dejamos de mirar a Cristo.



CONCLUSIÓN: Entonces para poder correr fielmente nuestra carrera y seguir creciendo necesitamos, seguir el ejemplo de los que nos precedieron, ser ejemplo para con los que nos rodean, Despojarnos de todo lo que nos estorba, correr con paciencia y nunca desviar nuestra mirada de nuestro objetivo como iglesia. La pregunta es, ¿Estamos corriendo de esta manera la vida cristiana?


 ilustración. 
Hebreos 12:1 nos dice que debemos de correr “con paciencia la carrera que tenemos por delante”.  George  escribió, “Nosotros comúnmente asociamos la paciencia con el “acostarse o arrimarse”.  Lo tenemos como un ángel que guarda el sofá de una persona inválida.  Pero hay una paciencia que es aún más difícil – la paciencia que puede correr.  El descansar en tiempos de angustia, el ser quieto mientras que estás bajo a golpe de la fortuna adversa implica una gran fuerza.  Pero yo conozco algo que implica una fuerza mayor: es el poder continuar trabajando bajo la tensión; el tener un gran pesar sobre tu corazón y aun así, seguir corriendo; el tener una angustia profunda en tu espíritu y, a la vez continuar cumpliendo con tus tareas diarias.  Esto es, ser como Cristo.  La cosa más difícil para la mayoría de nosotros es hacer  ejercitar nuestra paciencia, no en la cama de los enfermos, sino en la calle.”  El esperar es cosa dura; el esperar con buen valor es aun más difícil. La paz que Jesús nos ofrece no es la falta de problemas, sino la confianza de que Él siempre estará contigo.