jueves, 11 de agosto de 2011

La reforma: Una mirada critica a la iglesia de hoy.


La Triunidad.



Dios no es un dios, sino Dios; y si no es un dios, entonces es el verdadero Dios, el verdadero eterno, el verdadero absoluto. Dios es Espíritu infinito, eterno e inmutable en su ser, es sabiduría, poder, santidad, bondad, justicia y verdad. Es el único Dios vivo y verdadero que existe en una tri-unidad; es decir, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En esa tri-unidad nadie es mayor o menor, nadie es superior o inferior, ninguno es antes y ninguno es después. Quien adora a la tri-unidad adora a Dios, y quien desprecia al Hijo o al Espíritu Santo para adorar únicamente al Padre es un traidor y apóstata; y así mismo es, cuando se adora al Hijo o al Espíritu Santo sin el Padre.

Por: Saul Rodriguez. Perez. 

La confesión.


DIOS ES EL QUE ES, Y SE DESCUBRE NO TOTALMENTE
Dios simplemente ES, el que ES. No es posible sondear su esencia porque entonces no sería Dios. Fuera de Dios todo es criatura y ninguna criatura puede descubrir a Dios. Si alguna criatura descubriera a Dios, entonces Dios sería una criatura y no Dios. Dios no es descubierto, mas bien, Él se descubre a sí mismo y entonces el hombre puede conocerlo. Sin embargo, el conocimiento que el hombre tiene de Él, no es absoluto pero tampoco relativo. No es absoluto porque no es pleno, no es relativo porque no es falso. Dios se ha revelado en la creación, en la Escritura, y en la persona de Cristo, pero aunque sean tres formas de revelarse no son tres revelaciones, sino una triuna-revelación. No obstante, Dios se revela pero no absolutamente porque Dios no puede ser reducido a las tres formas de revelaciones, y por ello aunque indaguemos ésta triple revelación, Dios seguirá estando oculto; de allí se sigue que, es imposible conocer a Dios exhaustivamente; y sin embargo, el conocimiento obtenido en la triple-revelación, es verdadero. El hombre puede tener un conocimiento cierto de Él, pero no total. Dios trasciende a su revelación y por lo tanto nadie puede conocer a Dios absoluta y exhaustivamente.

por: Saùl Rodriguez perez. 

La verdadera felicidad.


NO EN EL DINERO. Jay Gould, el millonario norteamericano, al morir dijo:
"Supongo que soy el hombre más miserable sobre la tierra."

NO EN EL PLACER. Lord Byron, quien vivió una vida de placeres y comodidad, escribió: "El gusano, el cáncer y la pena son sólo míos."

NO EN EL PODER MILITAR. Después de que Alejandro el Grande había conquistado el mundo entonces conocido, lloró en frustración porque no había mas mundos que conquistar.

NO EN LA INCREDULIDAD. Voltaire, el notorio incrédulo, escribió: "Desearía
no haber nacido nunca."

NO EN LA POSICIÓN Y EN LA FAMA. Lord Baconsfield disfrutó de las dos cosas en muy buena proporción, pero escribió: "La juventud es una equivocación; la adultez es una lucha; la vejez es una pena."

¿DÓNDE ESTÁ LA FELICIDAD? La respuesta es simple: Solamente en Cristo. Él dijo: "...y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo." Juan 16:22