martes, 16 de agosto de 2011

Estudio bíblico 1


ESTUDIO 1.  “¿QUIÉN ES JESÚS?”
Pasaje: Mateo 16:13-17 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.(A) 15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.(B) 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.”

Pregunta de introducción: ¿Quién dice la gente que es Jesús?

Contexto:
El nombre de Jesús era sonado por todas partes, la gente lo conocía - habían visto sus milagros o por lo menos oyeron de ellos - pero no todos sabían realmente quién era. Los milagros que ya había hecho (la alimentación de cuatro mil gentes, recientemente había sanado a un ciego y muchos otros), estaban causando un impacto en todas las personas. Para Jesús era necesario poner en claro entre sus discípulos quién realmente era El.
"No hay mejor cosa que conocer lo que se cree" René Descartes.

Notas:

Cesarea de Filipo: Era una pequeña ciudad al norte de Galilea. Dentro del Imperio romano estaba bajo la tetrarquía (4 partes del reino) de Filipo el tetrarca, hijo de Herodes el grande. Este era el sitio de adoración del dios pagano Pan, anteriormente a Baal.

 

Juan el bautista: Hijo de Zacarías y Elizabeth (Lc. 1:11, Lc.1:23) Predicó antes de que Jesús Empezara a hacerlo (Lc. 3:7), el fue quien le preparó el camino a Jesús (Mt. 3:11 y 12; Mr. 1:7-8, Jn. 1:29-36), tiempo después es asesinado por Herodes (Mt. 14:1-12). 


Elías: Un gran profeta de Dios en el tiempo de los reyes de la historia de Israel. Los israelitas adoraban al Dios pagano Baal, Elías en muchas ocasiones hace ver que Dios (Jehová) estaba por encima de cualquier otro. Se caracterizaba por las acciones sobrenaturales que Dios hacía a través de El. (1º de Reyes 17:17-24, 20:18-40, 2º de Reyes 1:3-16)

Profetas: Antes de la venida de Jesús, Dios utilizaba hombres para hablarle al pueblo de Israel. A través de ellos Dios decía al pueblo que sucedería. (Isaías, Jeremías, Jonás, etc.)

Cristo: Significa el Mesías, para los judíos el Cristo prometido. Era quien los libraría del imperio y opresión de los romanos. La libertad, la esperanza, el salvador, el rey por excelencia, todos conjugados en el anhelo de los judíos: EL CRISTO.

Preguntas:


Observación.

1.- ¿Quiénes aparecen en el relato?
2.- ¿Qué pregunta les hace Jesús?
3.- ¿Cuál habrá sido el motivo por el cual Jesús les pregunta?
4.- ¿Cuál fue la respuesta?
5.- ¿Por qué a Jesús le importa la opinión de los demás?
6.- ¿Por qué  les hace la misma pregunta ahora enfocándola a ellos?
7.- ¿Qué responde Pedro?
8.- ¿Qué fue lo que motivó a Pedro a contestar de esta manera?

Interpretación.

1.- ¿Cuál era la importancia de la opinión pública de Jesús?
2.- ¿Por qué la gente lo confundía?
3. ¿Cuál era la verdadera intención de las preguntas de Jesús?
4.- ¿Qué habrán pensado los discípulos cuando Jesús les hace la pregunta directa?
5.- ¿Qué engloba la respuesta de Pedro?
6.- ¿Por qué dice Jesús que no se lo reveló carne?

Aplicación.

1.- Hoy en día, ¿quién dicen las personas  que es Jesús?
2. ¿Si a ti el te hubiera hecho la pregunta, qué habrías contestado?
3.- ¿Qué representa el Cristo en el siglo de la ciencia y la filosofía posmoderna?
4.- ¿Es Jesús una mera ideología de vida?
5.- ¿Quién es para ti Jesús?

Quizá tu, todavía no sabes quién es El, pero esta es la oportunidad para que empieces a conocerlo mejor, y algún día puedas contestar como lo hizo Pedro.


como debemos vivir entonces.


Hay una corriente  en la historia  y en la cultura  que se funda en el pensamiento de la gente.  Lo que ella piense  determina su manera  de actuar.  Hay violencia y descomposición en la sociedad  al grado que resulta peligroso caminar por las calles de muchas  ciudades  del mundo. Por otra parte  existe el peligro de un creciente  autoritarismo que busca conjurar  la amenaza del caos nacional e internacional. ¿Debemos desentendernos y claudicar? Si no ¿Cómo debemos vivir entonces? La respuesta a si  debemos cruzarnos de  brazos  y ceder,  es  ¡No!   Hay muchas  buenas  razones  para  no  hacerlo. ¿Podemos encontrar ayuda en un reducto  inesperado para la mayoría  de los hombres modernos, pero para comprenderlo debemos retroceder en la historia?