viernes, 29 de julio de 2011

Tendencias comunes del ser humano.

Texto: Mateo 14:22-33. AT. Salmo. 23:1-6.
Objetivo: mostrar al oyente, que en todo momento, Jesús siempre está con nosotros.
Introducción:

Estudiaremos en uno de los capítulos del evangelio de Mateo. Mateo, su nombre significa “don de Jehová”, apóstol y evangelista. Era Galileo en cuanto al lugar de su nacimiento, Judío en cuanto à su religión, y publicano en cuanto a su profesión.
En los pasajes paralelos en Marcos y Lucas se designa como Levi, el cual era su nombre hebreo. Pero él siempre se denomina así mismo Mateo, que era probablemente su nombre como publicano, ò empleado para la recaudación de impuestos.
Su residencia ordinaria era en Capernaum, y su oficina probablemente en el camino real cerca del mar de Tiberias.
Es por ello que el evangelio según San Mateo tiene un carácter judío. Esto se desprende del hecho de que en este evangelio se suponen muchas cosas de la vida judía como si estas fueran conocidas por los receptores.
Por otro lado Mateo, al contar las palabras de Jesús, invita a su pueblo a creer en Jesús como el Mesías verdadero. Lo hace en varías maneras, primeramente, al referirse más que los demás evangelistas a las profecías del AT, mostrando que ellas se cumplen en el ministerio del Señor  Jesús.
En segundo lugar, llama a su pueblo a la Fe en Jesucristo al contar historias de gentiles que le dan su creencia más que el propio pueblo del  Mesías, Israel.
Mateo escribe su evangelio para fortalecer la fe de los judíos-cristianos.
Escribe su evangelio para ayudar a los primeros lectores contra las acusaciones de los judíos.
Mateo advierte a su pueblo contra la incredulidad y les invita a la fe en el Mesías.

La estructura literaria de Mateo encierra también una estructura teológica, porque en los cinco discursos enseña lo fundamental acerca del «reino de los cielos»: (1) en el Sermón del Monte, versículos 5–7, nos da las leyes básicas del Reino; (2) el discurso misionero, versículo 10, presenta la imperiosa necesidad de proclamar el mensaje del Reino a los demás; (3) las parábolas del Reino, versículos 13, declaran el desarrollo del Reino y su concepto total desde el punto de vista cronológico; (4) el discurso de Mateo 18 enseña las relaciones personales y la comunión que deben prevalecer dentro del Reino; y (5) el discurso escatológico, versículos 24 y 25, destaca el desenlace de todo el proceso del Reino en la ® Segunda Venida de Cristo.


Mateo es el único Evangelio que usa la palabra «iglesia» (16.18; 18.17), y por eso se le llama el «Evangelio eclesial». Sin embargo, la frase «pueblo de Dios» describe mejor la iglesia en nuestros días, y este concepto se encuentra repetidamente en los Evangelios.
Únicamente Mateo usa la frase ® «Reino de los cielos», aunque también emplea cuatro veces el sinónimo «reino de Dios».

Posiblemente, este evangelio fue escrito poco tiempo después de la caída de Jerusalén (en el año 70 d.c.). en aquel tiempo, el pueblo judío tenia que reorganizarse y repensar en la base de su fe. En este momento tan critico, Mateo se dirigía a su pueblo con un llamado firme para orientarlo al mensaje  del Mesías.
No debemos pasar por alto, que cada evangelista escribió desde cierto punto de vista y con un determinado propósito.

Bien sabemos que este evangelio fue escrito para los judíos, con el propósito de fortalecer la fe de ellos.
Pero al mismo tiempo es dirigido para nosotros, quienes hemos creído en el nombre glorioso de nuestro señor Jesucristo.
Para fortalecer nuestra fe y que a través de las escenas relatadas en este evangelio podamos crecer en el conocimiento que es en Cristo Jesús  Señor nuestro.
Es por ello que hoy analizaremos brevemente en estos versículos del evangelio de Mateo, con el:

Tema: TENDENCIAS COMUNES DEL SER HUMANO.                                              

En un momento en nuestra vida, hemos vivido o visto algo aterrorizante y que eso no hemos podido olvidar y es algo que a nosotros nos cause miedo.
O que talvez en cierta ocasión alguien nos engañó  prometiéndonos algo y que  no lo cumplió y que cuando esto nos vuelve a suceder en cierto momento, rápidamente recordamos lo que nos aconteció, y es precisamente cuando la duda invade nuestro ser.
Y estas son algunas tendencias que nosotros tenemos que pasar o vivir. Y que son muy comunes en nuestro medio.
Tal ves sea lo que les he narrado u otra situación que nos cause miedo o duda, sea como sea, lo que es muy cierto es que existe en nosotros estas tendencias, o sea esta fuerza que nos dirige hacia otro punto.
Aunque muchas veces nosotros tratemos de evitarlo. Es muy cierto que hay o existen muchas cosas, que provocan en nosotros estas reacciones. En esta ocasión solo mencionaremos dos de las muchas que hay.
Y una de estas tendencias es:
I.- El miedo. Mateo. 14:26.

Es el resultado de un peligro que se nos avecina. Aquello que puede provocar la huida.
Millones  y millones de personas hoy día son victimas del temor o el miedo. Existen estados de temor que uno mismo puede causar a otros con palabras y actitudes injustas. Otras cosas que provocan temor son ciertas enfermedades como problemas respiratorios y peligros inminentes. Asimismo la situación política mundial, y en general todo lo que encierra el futuro, produce en muchos fuertes neurosis o una enfermedad nerviosa  de angustia.
Semejante a esto fue la situación de los discípulos.
En la vida de Jesús encontramos dos aspectos muy importantes: siempre lo encontramos entre las multitudes, predicando y sanando a las personas, como también perdonando  los pecados de muchos y también lo encontramos solo, en intima comunión con su padre por medio de la oración.
En el versículo 22 dice: en seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.
Jesús quería enseñar a sus discípulos, que cualquier problema o detalles que les aconteciera, solo podían vencerlo con su ayuda. Quería enseñarles también  lo importante de vivir y andar junto a él.
Es por ello que Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran el lago antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente.
Cuando Jesús, terminó de despedir a la multitud, subió a un monte o a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí solo, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme.
Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo. ¡Es un fantasma!
Jesús no sólo se apartó de la multitud sino también de sus discípulos. Mientras tanto los discípulos, estaban enfrentando una gran tempestad.
No es de dudarlo que, los discípulos estaban aterrorizados, a causa de esta tempestad.  Más, para los que no tenían experiencia. Es muy obvio que no todos los discípulos eran como pedro, que estaba acostumbrado a ver y a vivir, estas tempestades. Pero en esta ocasión, todos estaban espantados.
La tormenta fue que causó a los discípulos el tener miedo. entonces  el producto de los problemas que hoy enfrentamos y las cosas que hoy vemos es el miedo.
La voluntad política y humana de nuestra época, no está moldeada por convicciones y por el conocimiento sino por el miedo. precisamente este miedo físico es el que determina la conducta social, tanto en la vida privada como en el ámbito social.
Hermanos, el espíritu de esta época se caracteriza por el temor. Miedo al cáncer, miedo ante los conflictos sociales, miedo al secuestro, miedo a la vejes, miedo a los impuestos. Miedo a la lluvia, a la sequía y al calor.
Miedo a la oscuridad, miedo, miedo puro y permanente.
Este miedo es provocado por todo los medios de comunicación. No se puede leer ningún periódico ni prender ningún aparato de televisión, sin encontrar la excitación deliberada del miedo.
Las películas de terror, las advertencias de la medicina en la prensa popular, las advertencias diarias sobre la comida o la bebida, y acerca de la falta de movimiento o de movimiento excesivo, las noticias desagradables sobre la leucemia y el infarto cardiaco, sobre la vida y la muerte, sobre el desarrollo y la crisis económica… todo esto determina el atormentador espíritu de nuestra época.
¡Teme!: esto es, en el fondo, lo único que la opinión publica tiene para las personas. ¡Teme!: este es el primer y único mandamiento del espíritu de esta época. Estas fuerzas o tendencias, que precisamente son comunes en nuestra vida son las que nos llevan a tener miedo.
Los discípulos estaban espantados por lo tempestad, el cual les asechaba. Podemos pensar que no salieron huyendo, por que no había para donde escaparse estaban en el mar, y por lo tanto tuvieron que enfrentarlo, y esperar que, les podría acontecer.
Pero saben ¿cual fue la respuesta de Jesús para sus discípulos? Jesús les dijo ¡tened ánimo; yo soy, no temáis!
¡tengan valor, soy yo, no tengan miedo!
Es muy obvio, que apartados de Jesús están los poderes que quieren destruirnos. Sin embargo hay alguien que cuida de nosotros, y esa persona es Jesús.
Los discípulos tienen que aprender que hay muchos anti-poderes contra el reino de Dios, pero también que el poder de Jesús es mucho más fuerte.

Es muy cierto que, en nuestros días, tal ves ya no viviremos, las tempestades que vivieron los discípulos en el mar.
Pero si viviremos tempestades que, desearan ahogar nuestra vida, como alguna de las cosas que ya hemos mencionado antes o diferente a ello, El cual inyectará en nosotros miedo.
Recordemos que el espíritu de nuestra época es ¡Teme! Pero hay Alguien que venció el mundo, y por lo tanto toda clase de miedo está vencido, pero sólo,  para los que han creído en Jesús. Para los que no creen en Jesús, el miedo se ha apoderado de ellos.
 Jesús repetidas veces, dijo “no temáis”.
Hemos visto que, los problemas o las tempestades son, los que infunden en nosotros el temor. Y esta es una de las tendencias el cual estamos analizando.
La pregunta surge, ¿Cuál es el origen del miedo?. la respuesta lo encontramos en Génesis 3:10. el cual dice de la siguiente manera.
Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo y me escondí.
por causa del pecado el miedo existe. La única manera de vencer, es a través de la oración. Jesús nos da una gran enseñanza. Recordemos que  Jesús, les dijo a sus  discípulos, suban en el barco, y váyanse, mientras despido a la multitud. Después que Jesús despidió a la multitud, subió a orar.
Eso pues es lo que nosotros debemos de hacer, estar en completa comunión con el padre, a través de la oración.  
 Otra de las tendencia, que son muy comunes en nuestro medio es el de tener:

II.- Duda. Mateo 14:31.

Es usado como de alguien, que no sabe que hacer, y que no tiene salida, que la incertidumbre a inundado su ser.
Podemos decir, que la persona que tiene dificultad para creer una cosa, es un hombre de poca fe. Y si tiene dificultad para creer, es  porque tiene cierto tipo de duda.
La persona que duda de algo, no tiene una dirección, y mucho menos una meta que alcanzar.
Cierta persona, el cual se encontraba muy enferma, y que había buscado muchos doctores y no encontraba la solución de su enfermedad. Tantos medicamentos que había comprado y no daba ningún resultado.
Un día por la desesperación, se dijo: tomaré esta pastilla haber que sale. A lo que replicó la persona que estaba cercas de el. Lo que va a suceder es que la pastilla no tendrá ningún efecto Si tu confianza la  pones en Jesús, hasta con un baso con agua podrías curarte, pero para que eso suceda tienes que creer en el poder de Jesús.
Muchas veces, alguno de nosotros hemos estado en la misma situación de aquel hombre, o en otro similar a lo dicho.
Muchas veces, por los problemas el cual ahogan nuestras vidas, llegamos a pensar que no habrá solución para nuestros problema, y que todo lo que  hagamos resultara inútil.
Esto sucede cuando, nosotros permitimos que la duda dirija nuestros pensamientos. Y el efecto de esto es que la duda hace que nosotros, veamos a los problemas muy gigantes.
Regresando pues en el AT, encontramos la historia de Moisés. Y en parte de esa historia, leemos, que Jehová, l e dice a Moisés.
Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaan, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos.
Y Moisés hizo conforme Dios lo había mandado. Mando pues a 12 espías.
Estos doce hombres, hicieron conforme Moisés les dijo. Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días.
Y viniendo a Moisés y ante toda la congregación, dieron la información, diciendo: nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel… pero, lamentable, no vamos a poder disfrutar de todo los frutos que produce la tierra.
Porque el pueblo que habita aquella tierra es fuerte y las ciudades muy grandes y fortificadas. También vimos allí gigantes y éramos, nosotros a nuestro parecer, como langostas.
No les parece a ustedes, que esto es nada mas y nada menos que  la voz  de la incredulidad.
Pero escuchemos, como responde un hombre que su confianza esta en quien a creído. Esto fue la respuesta de Caleb, porque mas podemos nosotros que ellos.
¡Que diferencia! El que confía en Dios, vera los problemas como una miniatura, mientras  aquellos que dudan de Dios, vera los problemas, gigantes.
Pedro y los demás, habían sido testigos de los milagros que Jesús hacia con la multitud. Habían visto, como Jesús alimento cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Con tansolamente cinco panes y dos peces.
Después que Jesús, les dijo a los que estaban en la barca. ¡tengan valor, soy yo, no tengan miedo! saben que es lo que pedro respondió.
Pedro dijo, Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua, Jesús le dijo ven.
Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. pero al notar la fuerza del viento tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, grito. ¡Sálvame Señor!
Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: ¡que poca fe tienes!  ¿por qué dudaste? Todo marchaba perfectamente, pero cuando Pedro dejó de ver a Jesús, y su vista fue en dirección, al fuerte viento que le azotaba y las grandes olas, la duda invadió su ser. Fue entonces cuando comenzó a hundirse.
Pedro aprendió que solamente es posible andar con Jesús en las aguas, cuando nuestros ojos están en dirección hacia Jesús.
 Ahora los fuertes vientos y las tremendas olas, son los diversos problemas el cual nosotros vivimos. Y que jamás, podríamos enfrentarlos con nuestros propios esfuerzos, si lo intentaríamos, creo que resultaría inútil. Esto se logra, con el poder del Señor manteniendo la confianza en Él, y no dudando de Él.
Pero a pesar de esto, Jesús también ayuda a la gente de poca fe, pues siempre está extendiendo su mano hacia su pueblo.
para los discípulos en ese momento, fue una noche importantísima con respecto al futuro. Ellos tropezarían muchas veces contra los poderes que atacan el reino de Dios y la predicación del evangelio. Pero solamente con los ojos puestos en Él podrán perseverar.
Recordemos hermanos, que también en medio de las dificultades, de la duda el cual provoca en nosotros el ser incrédulos, aun así, podemos aprender del gran poder de Jesús, el Rey.

Conclusión.

Por lo tanto, hermanos como hemos visto, vivimos en un mundo que quiere inyectar miedo y duda, y podemos decir que algunos han sido afectados a causa de esto, que han renunciado a seguir los caminos del Señor. La pregunta es ¿por qué lo han hecho? Porque no están seguros de  lo que han creído y en quien han creído.

Tantas cosas que vemos a nuestro alrededor. Y como seres humanos, muchas veces hemos sentido miedo o hemos dudado de algo o de alguien. Y déjame decirte que si el miedo o la duda invade tu ser, será un obstáculo para el misterio que Dios te a encomendado.
Satanás se vale de esto para llevar acabo sus planes. El no quiere que el evangelio sea predicado y vera la forma de evitarlo.
Pero saben que. Es mejor temer a Dios, que temer al mundo y a Satanás, y creerle a Dios que dudar de Él.
Igual que Jesús necesitamos momentos para estar solos, pero en la presencia del Padre. El necesitaba soledad con su padre, para poder cumplir la tarea que tenia por delante. De la misma manera debemos anhelar una comunión intima con Dios si queremos cumplir con el trabajo que se nos ha encomendado en el reino de Dios.

Si alguna ves te has sentido, abandonado por Dios, según tu, y tal ves has pensado que Dios no se preocupa de ti , y que el temor y la duda pueden más, Dios te dice en esta hora. No temas ni desmayes, porque yo estaré con tigo en donde quiera que vayas.

El salmista David decía, Jehová es mi pastor y nada me faltara. Esto también debe de ser nuestra convicción.
Tampoco debemos pasar por alto que, Dios utiliza las dificultades para hacernos madurar en la fe. El sufrimiento no dice que tenemos un Dios despreocupado, al contrario, mediante ellos crece la confianza en su poder y su amor.

No dejemos pues que estas tendencias o fuerzas, como el temor y la duda nos dirijan.
Así como Abraham, moisés, Isaías, Daniel, y muchas personas como estas, dejaron que Dios tomara el control de sus vidas, y que al ver en la historia bíblica fueron hombres que no fracasaron, así también nosotros dejemos que Dios tome el control de nuestras vida, porque recordemos, que estando en sus manos nadie nos podrá arrebatarnos y estando junto a el la duda y el miedo no prevalecerán.



Dios te bendiga.

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