martes, 2 de agosto de 2011

CÓMO PREPARABA  MOODY SUS SERMONES


Una vez que había resuelto cuál sería el tema de su predicación, tomaba un sobre grande, y escribía sobre él el título o la referencia: El Cielo, El Salmo3, etc.
En sobres de este tipo iba  guardando extractos de sermones, recortes de diarios, pensamientos originales, todo lo que se relacionara con el tema.  En su escritorio tenía centenares de estos sobres, algunos de ellos muy abultados.
Cuando quería predicar sobre un tema determinado, primero revisaba el sobre y elegía aquellas cosas que le parecían de utilidad. Luego hacía un bosquejo en el cual introducía estas cosas. Decía que este método de hacer sermones presenta grandes ventajas:  El bosquejo permite que haya inspiración del momento, ya que el predicador no está atado a un manuscrito completo.  Siempre decía que la iglesia prescisa “hombres que puedan pensar mientras están de pie.” “La gente dice que repito los mismos sermones.  Naturalmente que lo hago.  Si tienes un sermón que ha sido bendecido por Dios, no temas usarlo muchas veces”.

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