POR SUS FRUTOS LO CONOCERÉIS |
Cierto hombre que vendía leña a sus vecinos los defraudaba cortando las piezas como diez centímetros menos largas de lo que debían ser. Un día circuló el rumor de que este leñador se había convertido a Cristo. Nadie creía el informe. Decían que ese tipo no cambiaría. Sin embargo, un hombre, para satisfacer su curiosidad, fue a una tienda donde aquel leñador había entregado un montón de leña. Midió las piezas y descubrió que medían como diez centímetros más de lo que debían. Luego el hombre volvió al grupo que discutía el asunto, y les dijo:
--Es cierto. Yo sé que el leñador se convirtió.
--¿Cómo lo sabe usted? –le preguntaron. –Porque acabo de medir la leña que él cortó ayer y todos los palos miden más de un metro de largo.